Entran en una iglesia de Padrón y lo intentan en otra de Rois

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

PADRÓN

UXIA LOPEZ

De la de Cruces no se llevaron nada al estar totalmente vacía

28 nov 2018 . Actualizado a las 00:13 h.

No hay tregua para las iglesias de la comarca del Sar. La semana pasada entraron en el templo parroquial de Santa María de Cruces, situado en A Escravitude, en Padrón, que está completamente vacío al no celebrarse allí oficios religiosos, sino en el santuario. Y este pasado fin de semana lo intentaron en la iglesia parroquial de San Vicente de Aguasantas, en el municipio de Rois, por segunda vez en el último mes.

No llegaron a entrar. Forzaron las cerraduras de dos puertas, la de la fachada y otra lateral, pero no consiguieron abrirlas. El cura párroco de Aguasantas, Aureliano Alcalá, asegura que, una vez más, «son más costosos los daños que lo que puedan robar», porque en las iglesias no hay dinero. No lograron abrir la puerta principal, aunque tuvieron que hacer mucha fuerza con una palanca o con una herramienta similar, ya que, según relata el sacerdote, doblaron incluso la tranca interior, que es de hierro.

También intentaron quitar madera de la propia puerta, pero al ser fuerte no lograron nada. Es la séptima vez que roban o lo intentan en la parroquial de Aguasantas desde que su titular es Aureliano Alcalá, que ayer reconoció que, de momento, no hay presupuesto para instalar una alarma, como sí acaba de hacer su compañero de la parroquia vecina de Urdilde.

En Padrón, entraron en la parroquial de Cruces, que está completamente vacía, tras forzar la puerta principal. El cura párroco, Roberto Martínez, cree que también quisieron hacerlo en el propio santuario, en el que sí hay actividad religiosa, pero se echaron para atrás al ver las señales de que hay una alarma instalada desde hace unas semanas.

Estos asaltos se producen tan solo unas semanas después de que hubiera otros en iglesias de toda la comarca, desde Carcacía a Ermedelo, San Mamede de Rois, Sorribas, Pontecesures y Cordeiro, estas dos últimas en un área próxima pero de la provincia de Pontevedra. Y todo ello para buscar el dinero que no hay en los templos, que sí sufren daños.