Narenka Pérez Blanco trabaja todos los días en el quiosco del paseo del Espolón de Padrón
02 abr 2020 . Actualizado a las 05:05 h.Veinticinco años cumple Narenka Pérez Blanco, venezolana de nacimiento (Caracas, 1962), aunque de madre de Extramundi y padre de Teo, y residente en Galicia desde 1990, al frente del quiosco del Paseo del Espolón de Padrón. El establecimiento sigue abierto durante el estado de alerta por ser una actividad esencial, aunque la quiosquera recortó media jornada el horario de atención al público, de modo que abre de ocho y media de la mañana a doce y media del mediodía.
«Esto está muy tranquilo; la gente tomó conciencia y permanece en sus casas porque está bastante miedosa. Hay mucho contagio y los medios asustan bastante. Yo también tengo miedo», confiesa Narenka Pérez. «Abro porque hay que hacerlo por la prensa diaria», añade la quiosquera, que lo que más vende estos días son periódicos, junto con revistas para pasar el tiempo en casa y autodefinidos. «Chuches vendo pocas porque están los supermercados abiertos», explica.
Al quiosco le afecta, especialmente, el cierre de la hostelería una vez que su titular se encarga del reparto de la prensa diaria en muchos bares de Padrón y comarca. «Y si todos los que leían el periódico en el bar lo vinieran a comprar ahora al quiosco, sería una maravilla», cuenta. Aún así, no quiere olvidarse de los clientes que tiene «de toda la vida, gente mayor a la que le gusta leer las noticias en el papel porque son las verdaderas, las auténticas», señala.
Narenka Pérez reconoce que le cuesta sobrellevar la situación porque su quiosco, además de un punto de venta, es un lugar con vida, de encuentro de muchas personas, situado en el Espolón, con la iglesia parroquial al lado y paso de peregrinos, por lo que siempre había con quien hablar. «Yo soy una persona habladora y ahora no pasa casi nadie; quien lo hace no se para, como es lógico, por lo que no hay con quien hablar. Por eso también es un poco aburrido estar aquí».