Suspenden la actividad del bar de Padrón cuyo ruido obligó a una familia a mudarse

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

PADRÓN

MERCE ARES

Los afectados, que residen de alquiler en la localidad del Sar, no volverán a su casa

26 oct 2021 . Actualizado a las 00:08 h.

La familia de Padrón que tuvo que abandonar su casa por el ruido procedente del local de hostelería situado en la planta baja del edificio recibió una notificación del Concello en la que este suspende de forma cautelar la actividad desarrollada en el establecimiento. Así lo había solicitado hace un año José Ramón Lorenzo Agrelo, que pidió la suspensión de la actividad mientras el local no se adaptase a la normativa.

Este vecino de Padrón adquirió en el 2003 el piso situado en la calle Alonso de la Peña, en el casco histórico padronés. Su familia, con dos niños, se vio obligada a irse de la vivienda en mayo de 2017 «ante la imposibilidad de poder descansar durante el fin de semana, las noches de los viernes y sábados por el tremendo ruido y el incumplimiento de horario» del local de hostelería. Entre enero y octubre del 2017 denunció diez veces los ruidos procedentes del local hasta que, finalmente, decidió abandonar su piso y denunció en la vía judicial.

Mientras espera el juicio, que fue aplazado dos veces y ahora está fijado para octubre del 2022, ha recibido la comunicación de la suspensión cautelar de la actividad del local, así como la incoación de un expediente de reposición de la legalidad, todo ello decretado por el alcalde en base a un informe jurídico de septiembre de este año. Esa suspensión de la actividad será efectiva durante la tramitación del procedimiento de reposición de legalidad, aunque el establecimiento ya permanece cerrado.

En el informe jurídico redactado por el asesor del Concello se recoge que la licencia municipal de apertura del establecimiento de hostelería es de septiembre del 1998 y que, posteriormente, no consta solicitado ni otorgado ningún permiso o comunicación previa de obras de acondicionamiento del local, que abrió como café bar pero que funcionaba, de acuerdo con la denuncia judicial presentada por la familia afectada, «como un pub, incumpliendo tanto la licencia como el horario de cierre, con la música a todo volumen y con gente en la calle provocando un ruido que no permite descansar».

De este modo, sin obras de acondicionamiento, el local «non cumpre en materia de accesibilidade, de seguridade de protección contra incendios, contra ruídos, en materia de ventilación e iluminación», además de que «carece de illamento acústico e compróbase a existencia de equipos de música», según consta en un informe redactado por el Concello tras una inspección.

La familia valora como «positiva» la decisión de suspender la actividad, teniendo en cuenta además que, en todo este tiempo, le desesperó la inacción del Concello por no abrir expediente ante los incumplimientos denunciados. Para los afectados, la suspensión de la actividad demuestra que «lo de irnos de casa no fue una caprichada», pero asegura que «no nos apetece volver; lo pasamos muy mal, estamos muy quemados y solo volveríamos por necesidad».

La familia afectada tiene denunciados a los responsables del bar por un supuesto delito de contaminación acústica, acusación a la que también se suma el Ministerio Fiscal.