La uci de los móviles y portátiles está más demandada que nunca

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

En Trebelladas, veteranos de la reparación de terminales en Santiago, son testigos de cómo ha crecido la dependencia de las nuevas tecnologías

05 nov 2020 . Actualizado a las 08:50 h.

Trebelladas abrió sus puertas en Santiago en el 2009, el año en el que triunfaba la BlackBerry 8520, aquel móvil con más de 30 botones minúsculos con los que muchos tonificaron sus pulgares a más no poder. Por aquel entonces, la penetración de los smartphones en España no alcanzaba el 25 %. El establecimiento de Doutor Maceira se convertía en una de las primeras tiendas (si no la primera) de reparación de móviles de la ciudad. Y continúa al frente de ella uno de los dos socios fundadores, Juan José Gabín, quien conserva en su acento un deje de su etapa en Buenos Aires. Trabaja mano a mano junto a dos empleados, Juan Caamaño y Fabián Alvite. En estos 11 años no solo han visto cómo los sistemas evolucionaban a pasos agigantados, también han sido testigos de cómo ha ido aumentando la demanda. «La tecnología sigue siendo un producto de necesidad, pero es cierto que cada vez la gente depende mucho más de ella. Esto supone que tenemos que trabajar más rápido y hay más presión para tener el aparato arreglado cuanto antes», confirma Gabín. Perder un móvil o un portátil con toda la información y contactos conlleva hoy un disgusto mayor, indica este xalleiro, y algunos lo llevan con manifiesta ansiedad y sufrimiento. Los problemas más habituales de los enfermos de esta uci tecnológica suelen estar relacionados con pantallas rotas (desde las que quedaron hechas añicos a rasguños mínimos casi imperceptibles), agua, daños eléctricos o memorias corruptas. «Es difícil calcular cuántos móviles nos llegan a la semana, porque solo cobramos si se pueden reparar», apunta el propietario de Trebelladas, pero sí constata que la crisis sanitaria y todo lo que ha conllevado aumentó la carga de trabajo en su negocio. «Con el teletrabajo y especialmente en septiembre, coincidiendo con la entrada de estudiantes y profesores, se ha disparado la actividad. Tenían que tener el ordenador a punto obligatoriamente. Se convirtió en algo prioritario. Mucha gente nos trajo el equipo para configurarlo», añade sobre uno de los meses más ajetreados que recuerda. Como servicio de asistencia técnica, a esta tienda han llegado desde ecógrafos hasta «otros artículos más especiales, cosas muy íntimas, que no se pueden decir por respeto al cliente». Y entre los habituales están también patinetes o robots aspiradores, pero advierte Gabín que no siempre compensa el arreglo: «Como digo a sus propietarios, solo la batería oficial de alguno de los patinetes más comunes puede costar 135 euros y por menos de 300 tienen uno nuevo. Y lo mismo pasa con las aspiradoras, si son de gama baja y valieron menos de 100 euros no merece la pena pagar 70 por un cambio de batería, por ejemplo».

PACO RODRÍGUEZ

1.200 euros para Asanog

El director de Visitadores Médicos de Santiago (Vimesa), Alberto Liste, hizo entrega ayer de un cheque de 1.200 euros a Verónica García Brea, en representación de la Asociación de Ayuda a Niños Oncológicos de Galicia (Asanog), para que puedan financiar con este dinero los gastos de una enfermedad que implica un importante desembolso médico, social y laboral. La campaña de recaudación arrancó en marzo, con la declaración del estado de alarma por la pandemia, y parte del bote obtenido desde entonces ya se empleó durante la primera ola en la adquisición de material clínico para los sanitarios del área de gestión integrada de Santiago. Con él se compraron mascarillas, pulsómetros y otros artículos necesarios para el desempeño del trabajo en la primera línea frente al covid-19. La iniciativa coordinada desde Vimesa da continuidad a las campañas que se han llevado a cabo desde Terra Saúde (entidad presidida por Enrique Suárez) en los últimos años, a través de donaciones de libros, charlas solidarias y demás acciones.

Vanesa López Veiga
Vanesa López Veiga

Unas prácticas con premio

Una alumna del máster en Innovación en Nutrición, Seguridad y Tecnología Alimentaria de la Universidade de Santiago ganó la primera edición del premio al estudiante mejor valorado en sus prácticas externas extracurriculares, dotado con 1.500 euros. La presidenta del Consello Social de la USC, Cecilia Sierra, le hizo entrega del diploma acreditativo a la vencedora, Vanesa López Veiga. Esta afirma que el aprendizaje en una empresa ha sido una «experiencia sumamente enriquecedora, tanto a nivel formativo como persoal», al tiempo que agradece una recompensa económica «a todo o tempo invertido».