Malestar entre los guardias civiles de Santiago por tener que trabajar entre obras: «No hay respeto»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

La primera fase del proyecto ha comenzado con la demolición de los bloques delanteros, los más cercanos a la entrada al recinto
La primera fase del proyecto ha comenzado con la demolición de los bloques delanteros, los más cercanos a la entrada al recinto PACO RODRÍGUEZ

Reclaman al Ministerio del Interior que alquile otras oficinas mientras se construye la nueva casa cuartel

22 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

De la ilusión al calvario. Ese es el viaje que han hecho en muy pocos días los guardias civiles de la compañía de Santiago ante la recién iniciada demolición de la casa cuartel para construir una nueva y moderna. Nadie pone en duda la necesidad de un proyecto que llevaba dos décadas en el apartado de agravios del Gobierno central con la ciudad, de ahí la satisfacción por ver que se va a convertir en realidad, pero la forma en la que se han programado los trabajos está convirtiendo en un infierno el día a día de los agentes, que tienen que trabajar —y algunos incluso vivir— entre cascotes, edificios derruidos, polvo y ruidos. «No hay respeto, nunca me vi en una situación así y no sé si resistiremos estar casi tres años así», se lamenta un miembro veterano del instituto armado en Compostela.

Y es que el proyecto tiene un plazo de ejecución de nada menos que 30 meses. Dos años y medio. «Y con las obras, ya se sabe, siempre se retrasan y los plazos se alargan. Si fuese a ser para uno o dos meses, pues aguantas, pero esto no es de recibo», añade un grupo de guardias civiles de la capital gallega.

A los agentes les parece inconcebible que, pese a que era bien conocido que las obras iban a prolongarse más de dos años, no se decidiese alquilar una nave u otras instalaciones para usarlas como dependencias del cuerpo mientras se ejecutaban los trabajos. Y no ya solo por las molestias que suponen para los guardias, sino porque hay peligros evidentes por tener que convivir con obras. Y no solo para ellos, sino también para los ciudadanos que acuden a poner denuncias o a hacer uso de cualquiera de los servicios que se prestan en el cuartel.

El edificio en el que se han agrupado las oficinas, a la izquierda, está pegado a la zona de obras
El edificio en el que se han agrupado las oficinas, a la izquierda, está pegado a la zona de obras

Las estrecheces son evidentes y un buen ejemplo es la zona habilitada para denuncias mientras se desarrollan las obras del nuevo complejo. «Es tan pequeña que solo cabe una persona, porque hay que garantizar su intimidad, por lo que si hay más de una la otra tiene que esperar en la calle, llueva o haga frío», explican.

«No nos cuidan», se quejan los guardias compostelanos. Y miran bien arriba a la hora de buscar responsables de que tengan que trabajar en medio de una zona de obras. «Nos consta que el capitán ha hecho todo lo posible, así como el jefe de Tráfico en A Coruña», afirman. En su opinión, quienes no han tenido en cuenta su seguridad y necesidades están en el Ministerio del Interior.

Para llegar al vestuario, situado al fondo de la imagen, hay que pasar junto a bloques recién demolidos
Para llegar al vestuario, situado al fondo de la imagen, hay que pasar junto a bloques recién demolidos

El panorama al que se enfrentan los miembros de la Guardia Civil en Compostela es poco alentador. Las obras les han dejado sin espacio para aparcar los vehículos, que se tienen que agolpar por cualquier lado. Por no hablar del polvo que se esparce por todas partes y por los riesgos de accidentes a los que se exponen tanto ellos como los ciudadanos que acuden al cuartel. En el destacamento de Tráfico, por ejemplo, ha quedado solo un cuarto de baño que ahora deben compartir hombres y mujeres. «Esto no puede cumplir la normativa de riesgos laborales y tampoco es de recibo que atendamos así a las personas que vienen a denunciar o a cualquier trámite. No se puede estar así casi tres años, por lo que en el ministerio alguien debería tomar medidas», demandan los guardias.

Reconstrucción del proyecto del nuevo cuartel de la Guardia Civil en Santiago
Reconstrucción del proyecto del nuevo cuartel de la Guardia Civil en Santiago

Un proyecto que costará 14 millones y supondrá la total remodelación del complejo

Tras muchos años sin atender las necesidades de la Guardia Civil en Santiago, el Ministerio del Interior por fin se ha decidido a construir una nueva casa cuartel en la capital de Galicia. Las instalaciones con las que contaba hasta ahora la Benemérita eran francamente indignas por viejas, destartaladas e insuficientes, por lo que el nuevo proyecto ha sido acogido con ilusión. El presupuesto de las obras es de 14 millones de euros y supondrá la total remodelación del complejo de As Cancelas, que no estará listo hasta finales del 2025, siempre y cuando se cumpla el plazo de ejecución previsto, que es de 30 meses.

De los diez edificios que había hasta ahora en el cuartel solo sobrevivirá uno que se remodelará por completo y será el que acoja las 38 viviendas de dos y tres habitaciones. Ese mismo bloque contará además con una zona de servicios comunes y seis cuartos más para agentes que, por vivir solos, no necesiten dependencias más amplias.

En el edificio más cercano a la puerta de entrada al recinto, que se levantará en la zona que ya se ha demolido, se ubicarán las dependencias administrativas, en las que estarán los despachos de los distintos servicios y también la zona de recepción de denuncias y atención al ciudadano.