Nuevos aires en un hotel con vistas privilegiadas del casco monumental que estrena taberna

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

La nueva gerencia del Montes multiplica su encanto para el huésped y público general, con tapas caseras y tablas como reclamo

01 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

En plena plaza de Fonseca, a un minuto del Obradoiro, está un hotel con vistas privilegiadas. Desde sus balcones se puede ver la Torre del Tesoro de la Catedral y, si el cielo no está encapotado, unas puestas de sol de cuadro. Pero, además, recientemente se imprimieron nuevos aires al Montes, donde su nueva gerencia realizó una completa reforma para modernizar las estancias de esta casa rehabilitada del siglo XIX. Detrás del cambio palpable que se puede ver desde octubre en este establecimiento turístico hay una empresa familiar de Santiago (formada por madre, padre e hija). Y nadie mejor que su recepcionista, la italiana Elena Saviotto, para hablar del antes y el después, ya que ella lleva trabajando en el Hotel Montes desde mayo. La antigua gestión le ofreció su primer contrato en una ciudad en la que se estableció por amor, al ser su pareja de la capital gallega. Su idea, cuando llegó, era montar un restaurante propio en la ciudad, aunque finalmente decidió que lo mejor era trabajar en el sector durante una temporada para conocer mejor lo que el cliente demanda en Santiago. Elena, del sur de Italia, lleva muchos años en la hostelería e incluso tiene un hotel en su país, por lo que valora especialmente el nuevo giro que se ha dado al Montes: «La acogida ha sido maravillosa. Cuando ofreces calidad y buen servicio, la gente quiere volver. Lo que más sorprende es la ilusión con la que han entrado los nuevos propietarios. Se nota que quieren hacer las cosas bien en cada detalle y, más que buscar dinero, pretenden ofrecer una experiencia. A nivel estético, la reforma ha sido total y tiene un estilo romántico, moderno y pulcro. Nada está hecho por hacer. Se pone mucho amor en todo, hasta en la limpieza, y es algo que la gente ve y valora mucho». Pero no solo se ha multiplicado el encanto de este hotel de cara al huésped, también para el público general, ya que estrenan taberna (ahora no solo ofrece servicio de bar sino que han reabierto la cocina). «Tenemos dos cocineros estupendos que hacen cosas caseras, como por ejemplo las croquetas. El 90 % de los postres también son caseros y los hay tanto al desayuno como para acompañar el café o el té a media tarde. Trabajan con productos frescos y de proximidad, lo cual se nota en el resultado», añade una simpática recepcionista que cumple la próxima semana los 30 años. Entre los reclamos de la nueva carta del Montes hay desde tapas caseras hasta un surtido de tablas de lo más apetecible (de montaditos, infantil, de marisco, queso e ibéricos... o mixta, para los indecisos).