Los testigos que ayudaron al hombre que se asfixió encajado en un hueco en Santiago: «Cuando lo sacamos estaba vivo, pero la ambulancia tardó 25 minutos»

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

El suceso se produjo en el garaje situado junto a la farmacia de Frei Rosendo Salvado
El suceso se produjo en el garaje situado junto a la farmacia de Frei Rosendo Salvado XOAN A. SOLER

La tesis de que el fallecido intentaba acceder a la farmacia de Frei Rosendo Salvado para robar no parece probable

08 feb 2024 . Actualizado a las 10:16 h.

El trágico y extraño suceso que en la madrugada del domingo al lunes le costó la vida a un toxicómano en la calle Frei Rosendo Salvado de Santiago dejó conmocionados a los testigos presenciales del accidente. Un hombre y una mujer que acudieron al rescate del fallecido, que estaba atrapado boca abajo en un hueco muy estrecho, y que, según aseguran, lograron reanimarle inicialmente. «Cuando lo sacamos de ahí estaba vivo, él le hizo el boca a boca y la reanimación cardio respiratoria, que sabía hacerla porque hizo un curso específico, pero la ambulancia tardó 25 minutos en llegar y al final falleció», se lamenta esta mujer que se encontraba tomando algo con unos amigos en el pub Makumba, situado muy cerca del lugar en el que ocurrieron los hechos.

El relato de esta mujer es estremecedor. Eran más de las dos de la madrugada y había salido a la puerta del pub Makumba junto a sus amigos. Fue entonces cuando el amigo del fallecido llegó implorando ayuda. No dudaron. Ella y otro chico acudieron rápidamente y se encontraron la extraña escena. «La verdad es que si no sabes que ahí hay un hueco no lo ves. Tiene una abertura por arriba y es muy estrecho, por lo que nos lo encontramos totalmente encajado, boca abajo y con los brazos rectos hacia atrás», relata esta testigo.

El cuerpo estaba tan atascado que tardaron unos dos minutos en lograr liberarle. «Cuando por fin lo sacamos estaba morado, pero tenía pulso y respiraba. Estaba mal, pero aún vivo», advierte esta mujer. A las 2.15 horas hicieron la primera llamada al 112, pero como habían pasado diez minutos y la ambulancia no llegaba, ella decidió volver a llamar. En su móvil, ese segundo aviso quedó registrado a las 2.24 horas «por lo que cuando por fin llegó la ambulancia habían pasado 25 minutos», denuncia la joven, a la que no le parece de recibo que la llegada de los sanitarios se retrasase tanto «siendo Santiago una ciudad pequeña, estando en pleno centro y un día y a unas horas a las que no creo que estuviesen produciéndose más emergencias», añade.

Cuando llegaron los médicos, el hombre ya había muerto. Según valoró el forense, por asfixia. Sin embargo, los testigos del accidente que le ayudaron están convencidos de que si la ambulancia hubiese llegado antes podría haberse salvado. «Lo que pasa es que en cuanto que llegó la Policía hicieron un círculo alrededor de él y a nosotros nos echaron de allí, por lo que ya nadie continuó haciéndole la reanimación y pasó lo que pasó», relata esta mujer, cuyo testimonio coincide con el que han ofrecido otros testigos de los hechos.

El hombre fallecido, de 50 años de edad, era un toxicómano muy conocido en la comisaría de la Policía Nacional porque contaba con numerosos antecedentes por robos y otros delitos. Por ello, y ante lo extraño del lugar y las circunstancias que rodearon a su muerte, la tesis inicial de lo sucedido fue que quizás estaba intentando acceder a la farmacia de Frei Rosendo Salvado para robar medicamentos y el dinero de la caja. Teniendo en cuenta cómo es el hueco en el que quedó encajado esa versión no parece muy posible. Los testigos creen que quizás se había introducido en ese agujero buscando algo. Puede que guardara ahí droga para su consumo o, la opción por la que más se decantan, algunos enseres o una bolsa que quisiese mantener segura.

Otro extremo sobre el que los testigos del terrible accidente pueden arrojar algo de luz a lo sucedido es el hecho de que el fallecido y el amigo que le acompañaba habían estado antes bebiendo en un bar cercano al garaje situado justo al lado de la farmacia que hay en el número 18 de la calle Frei Rosendo Salvado. «Dicen que estaba un poco mal, por lo que también pudo contribuir a que se quedara atascado en el hueco», plantea la mujer que acudió a ayudar a la víctima.

En todo caso, poco importa ya lo que estuviese haciendo el fallecido cuando se quedó atascado en ese estrecho hueco. «Lo único que debemos pensar es si a lo mejor podría haberse salvado si la ambulancia no tarda 25 minutos», señalan los testigos.