La farola de la vergüenza del parque empresarial de A Sionlla

O. P. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Sandra Alonso

El báculo derribado por un vehículo permanece tirado desde hace más de un mes cerca de la calzada

22 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Es la farola de la vergüenza de A Sionlla. Hace más de un mes que fue derribada por un vehículo en la rotonda que dará acceso algún día al Orbital, y nadie se ha dignado retirarla en más de cuatro semanas. Es el símbolo de la desidia de unas administraciones autonómica y municipal enfrascadas, una vez más en Santiago, en una disputa de competencias que el ciudadano paga (económicamente y en las consecuencias que sufre) mientras los políticos contemplan el deterioro de un parque empresarial que no deja de recibir a nuevas firmas, y que crecerá con una nueva ampliación.

A diferencia de otras compañeras de desdichas, que tras algún impacto sufrieron una inclinación que no las llegó a tumbar del todo y lucieron estampa a modo de evocaciones de la torre de Pisa, esta se vino abajo completamente, apoyada cerca de la calzada por el soporte de su foco. Por fortuna, son testimoniales los peatones que caminan por la zona, por lo que no parece haber riesgo de que alguna persona pueda resultar dañada por una descarga eléctrica, habida cuenta además de la falta de iluminación que padece buena parte de A Sionlla desde hace meses. Solo así se entiende que en un municipio como el de Santiago, que sufrió hace unos años la tragedia del fallecimiento de una menor por tocar una farola defectuosa en un parque público, se dejen farolas tiradas en la vía pública durante semanas.

Si algo pasase, sin duda el juzgado resolvería sin pestañear lo que parece hoy cuestión irresoluble del tuya-mía que se traen Concello y Xunta con A Sionlla y zanjaría a quién corresponde el mantenimiento de la zona. Y si lo que esperan las administraciones es a que llegue de verdad el Orbital para retirarla, por invasión de calzada, aún se podría añadir al cuadro el riesgo de oxidación, si la conexión se vuelve a retrasar.