El lobo mata a cuatro ovejas en Trazo a plena luz del día: «As dúas que quedaron estaban paralizadas, nin se movían»

La Voz SANTIAGO

TRAZO

El ataque ocurrió en una finca cerrada en la parroquia de Chaián el lunes hacia las seis de la tarde

16 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Poco se imaginaba Estefanía González la fatídica estampa que se iba a encontrar al anochecer del lunes en la finca cerrada con alambre donde su tío Carlos tiene seis ovejas, de las que le encargó cuidar estos días que él se fue de vacaciones: «Ía para alí sobre as 21.10 horas, e xa me chamaron uns veciños para dicirme que estaban varias mortas. Eles, que son cazadores, viran ao lobo cara as seis da tarde, foron mirar logo e xa viron as primeras mortas». Fueron en total seis animales muertos, algunos completamente destrozados y con las vísceras a la vista. Las dos que sobrevivieron estaban paralizadas, ni se movían: «Xa me dixeron despois que cando sofren un ataque así quedan en shock, como idas, durante un día, e a verdade é que esta tarde [por ayer] xa estaban mellor».

El ataque tuvo lugar en una finca colindante a la conocida Casa Rosinda, de cuyos propietarios es hija Estefanía: «As ovellas son de meu tío Carlos, e tamén é mala sorte que para uns días que mas deixa a min encargadas pase isto. Nin que o soubera o lobo, a verdade é que se me veu o mundo encima». Porque señala que hasta la fecha no se habían producido ataques de lobo en la zona, que espera no se repitan.

Retirada de los animales

Ella denunció el ataque a Medio Ambiente, y un agente acudió en la tarde de ayer para examinar los animales y la zona, recabando datos para su informe. Es un paso previo a la retirada de las reses muertas, que esperan se realice en la jornada de hoy. Comenta que en su caso concreto la posible indemnización por las reses una cuestión secundaria: «Os cartos que lle poidan dar é o de menos. Meu tío ten estes animais porque lle gustan, non polo valor que teñen», y verlos destrozados es un disgusto grande.

Estefanía se muestra sorprendida de que el ataque se produjese a plena luz del día: «Pasara por alí pola mañá, e volvía recoller as ovellas para metelas na cuadra que hai na finca ao anoitecer, porque xa me dixera meu tío que polo día non queren entrar, que andan soltas». Pero, para cuatro de ellas, ya fue tarde.