Yeray, el alumno que traduce griego y descubrió su vocación de profesor
SELECTIVIDAD
Ganó la olimpiada de textos clásicos con uno de Apolodoro sobre Hércules. Cursó segundo de bachillerato en el IES Aquis Celenis de Caldas
23 ago 2023 . Actualizado a las 16:49 h.Yeray Muñiz Tanoira es un chico de 18 años que este septiembre se estrenará como universitario cursando Filología Hispánica en la USC de Santiago. Como a cualquier joven de su edad le gusta «quedar con los colegas», jugar al fútbol y entretenerse con el ordenador. Como él mismo dice, cuando no estudia se dedica «a disfrutar un poco» y a leer, aunque menos que antes. En lo que sí es una rara avis en estos tiempos es en que le gusta el griego y el latín. El pasado 31 de mayo, días antes de la selectividad, participó en la octava Olimpíada de Tradución de Textos Clásicos, organizada por la Sección Galega de la Sociedad Española de Estudios Clásicos (SEEC).
Yeray, canario de nacimiento aunque residente en Caldas de Reis, ganó la olimpiada en lengua griega. Este joven cursó segundo de bachillerato de humanidades en el IES Aquis Celenis de su localidad. Atiende a La Voz tras enfrentarse al examen práctico del carné de conducir. Cuenta que no aprobó porque casi al final, cuando estaba aparcando, a punto estuvo de darle con el morro a otro coche. Cosas que pasan cuando uno está aprendiendo. «No pasa nada, hay que tener motivación, será para la siguiente», dice con una actitud positiva.
Relata el chaval que su profesora de Griego, María Porto, todos los años intenta presentar a algún alumno a la olimpiada. Este año eran solo tres estudiantes en su clase y fueron los tres para traducir textos clásicos en griego y en latín. «Usé la olimpiada para repasar para la ABAU y el primer sorprendido por ganar fui yo. Me llamó mi profesora para decírmelo y fuimos después a la entrega de premios. Fue una alegría y en casa, también», comenta.
En la olimpiada le tocó traducir un texto del mitógrafo Apolodoro. Podía tocarle este autor o Jenofonte, historiador y polígrafo, que son los dos que pueden caer en la selección de textos de la ABAU. «Llegué allí y al ver el texto me di cuenta de que ya conocía la historia, lo que me permitió traducirlo de una forma más creativa, con cierta flexibilidad. Va de la hazaña de Hércules contra el león de Nemea, de como consigue matarlo con las flechas y sus brazos», explica. Aclara que el texto que tuvo que traducir en la olimpiada, que se desarrolló en la Facultad de Filología, fue mucho más largo que los de la selectividad, «que son de tres líneas». Yeray ríe cuando se le pregunta si chavales de su edad sabrían quiénes son Apolodoro o Jenofonte: «Seguramente no. Cada vez hay menos alumnos que estudian griego y latín. Creo que a veces este tipo de cosas van por modas, pero la enseñanza de estas lenguas no puede desaparecer».
En su caso, hasta 4.º de la ESO había estudiado el itinerario de ciencias, pero dice que fue determinante un profesor de Lengua Castellana, Santiago, «que me abrió el camino de las letras y de la docencia, que es a lo que me quiero dedicar en el futuro. Yo hasta 4.º de la ESO no era un alumno brillante». Por ganar la olimpiada, además del reconocimiento, se llevó como premio 300 euros. No los ha gastado todavía. «Voy a ahorrarlos para temas de la universidad porque los gastos son potentes, aunque sí me he comprado un par de libros». Aunque confiesa que antes leía más que ahora, le gusta hacerlo en papel. «Soy más de libro físico, es otra forma de leer, no es lo mismo abrir un PDF que coger un libro», sentencia.
«La importancia de las letras se está perdiendo, habría que darle una vuelta a todo esto»
El exalumno del IES Aquis Celenis, que este miércoles recibirá un homenaje en el Concello de Caldas junto a la primera promoción de estudiantes del bachillerato de excelencia o Stembach, comenta que le gusta escribir bien en todos los ámbitos, aunque a veces tire de abreviaturas en los mensajes de WhatsApp. «Es que si empezamos todos a escribir mal... puedo usar alguna abreviatura, pero me gusta escribir bien y digamos, no perder la norma», afirma Yeray Muñiz. El acto de reconocimiento al esfuerzo de estos alumnos será a las 12 horas en el salón de plenos.
También reivindica que si se dan becas por ganar la olimpiada de matemáticas deberían hacer lo mismo por vencer en la de traducción de textos clásicos. «Las letras son secundarias para las facultades, incluso en las mismas carreras de letras», recalca. Yeray, hijo de padres gallegos que en su día se fueron a Canarias en busca de trabajo, deja una reflexión: «La importancia de las letras se está perdiendo y sería necesario darle una vuelta a todo esto, pararnos un momento a pensar lo que perdemos, la historia y las letras son el gran tesoro de la humanidad».
Aunque Yeray pensó en estudiar Filología Clásica, al final se decantó por Filología Hispánica porque siempre le interesó la lengua y la literatura. No obstante, en el futuro le gustaría tener las dos carreras. En unos años se ve como profesor porque cree que tiene clara su vocación docente. Eso sí, intentará ser de esos profesores implicados que dejan huella y son valorados y respetados por los estudiantes.