La traca final de «The Affair»

Mónica Pérez
Mónica Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

PLATA O PLOMO

La aclamada serie se despide para siempre con un capítulo final que cierra las tramas de las últimas temporadas. Este artículo contiene spoilers, si aún no has visto los últimos episodios no sigas leyendo

06 nov 2019 . Actualizado a las 12:52 h.

The Affair tenía guardada para su capítulo final una auténtica traca, aunque muchos de sus telespectadores dudasen durante los primeros capítulos de la quinta temporada si había tenido sentido alargar una serie tras la muerte de una de sus protagonistas. ¡Atención! Si no has visto ni el final ni la última temporada de The Affair no sigas leyendo, ¡hay spoilers!

La muerte de Alison dejó un sabor agridulce a finales de agosto del 2018 y Showtime no se apuró en estrenar la quinta y última temporada (tardó más de un año). The Affair se enfrentaba a una situación que no es nueva para muchas ficciones, sobrevivir a la muerte de uno de sus personajes principales. No es fácil, ni enganchar al público ni lograr que todo tenga sentido. Sus creadores anunciaron que en la última tanda de episodios la oscarizada actriz Anna Paquin sería la Joanie del futuro, que intenta saber la verdad sobre la muerte de su madre, sobre que la que quedaron muchas incógnitas. La salida de Ruth Wilson de la serie no estuvo exenta de polémica y algunos señalaron que la brecha salarial que la separada de otro de los protagonistas, Dominic West, estaría detrás de su abrupta marcha de una ficción con la que logró un Globo de Oro como mejor protagonista. La productora de la serie, Sarah Treem, aseguró en aquel momento que había sido ella misma la que había pedido abandonar la serie: «Fue una solicitud, así que estaba decidido básicamente antes de que empezáramos a escribir los capítulos de esta temporada. De hecho, rodamos toda su parte primero, todo lo que ella tenía en el guion lo grabamos antes que ninguna otra cosa».

The Affair comenzó su quinta temporada en dos líneas temporales: un futuro prácticamente inmediato al que había terminado la cuarta, con Vik muriéndose justo después del nacimiento de su hijo Eddie, y la vida futurista de Joanie, en un no tan lejano 2051, donde el cambio climático ha comenzado a provocar los primeros estragos. Los fans se llevaron en ese instante una desagradable sorpresa: si el personaje de Alison había tenido una despedida más o menos digna en la temporada pasada, nadie les había contado que Cole Lockhart desaparecía por completo de pantalla. Sí conocerían más tarde algunos retazos de su atormentada vida tras la muerte de su gran amor, pero sin aparecer de ninguna manera físicamente (y eso que hay varias caracterizaciones muy logradas). ¿Por qué no sale Cole? ¿Tan poco peso tenía su papel para cargárselo sin explicación? ¿En qué momento de la cuarta temporada pasó de coprotagonista a ser totalmente prescindible en la quinta? Si hubiesen querido, podría haberse compaginado perfectamente su papel en las tramas. 

La última temporada ha repetido algunos de los errores de otras pasadas, como la tercera con la inexplicable inclusión en la trama de Julliette, con episodios prácticamente suprimibles de la temporada más floja de la serie (al menos en la parte de Noah). Si abrir en la segunda temporada el arco a los puntos de vista de Helen y Cole fue un auténtico acierto, añadir otros personajes (absolutamente secundarios) no tuvo sentido alguno. Es más que probable que algunos hayan tenido ganas de plantarla en los primeros capítulos, en los que parecía que nada avanzaba, y mucho menos la trama de Joanie, precisamente la que se vendía como la más novedosa de la última temporada. Sus primeras apariciones en pantalla parecían que no iban a ninguna parte y en ocasiones se avanzaba tan poco (mientras que sí que se iban sumando capítulos), que parecía que su personaje se había metido de gancho para alargar sin sentido una serie que hubiese sido mejor culminar en la anterior temporada. 

También ganó peso Whitney, la hija mayor de Noah y Helen, una conflictiva adolescente en los inicios de la serie que mantiene una relación con Scott Lockhart, el hermano de Cole al que atropella Helen, un crimen por el que finalmente pagó Noah. Casi desaparecida en otras temporadas, Whitney pasa casi a protagonista, y aunque a veces tampoco parece conducir a ninguna parte destacarla tanto, al final todo encaja. Ella fundamental cuando aparecen las acusaciones del Me Too contra Noah, al que acusan de acoso. De plena actualidad, muchas series, como Anatomía de Grey, han mostrado en pantalla un movimiento que fue un verdadero escándalo cuando se destapó. Destaca especialmente uno de los últimos episodios, donde la ficción recupera pulso, cuando Whitney descubre las graves acusaciones a su padre sobre acoso sexual y coincide con la exalumna de Noah en un vuelo, y reflexionan sobre las diferentes percepciones que cada protagonista vive en una misma situación. Sirve además de para reflexionar sobre las razones del Me Too (aunque este hilo argumental queda sin resolver y era lo bastante serio como para no dejarlo en el limbo en el que queda) y, también como un genial resumen del planteamiento original de la serie por lo que triunfó además durante las primeras temporadas, y que la hizo convertirse en un auténtico fenómeno por su forma narrativa de contar una infidelidad, primero a dos bandas y luego, de forma magistral, a cuatro. 

Es cierto que The Affair vuelve a pecar en esta última temporada de visiones innecesarias, como la de Jannelle, por mucho que como ella perciba (y prácticamente pase desapercibido para Noah) que la confunden con una persona del servicio en el funeral de Vik sea interesante. Las diferencias raciales y de género ya fueron parte del argumento en la cuarta entrega, pero la despedida de Julliette en The Affair no necesitaba medio capítulo, cuando ese tiempo se podría haber dedicado en conocer un poco más a Joanie. 

Los últimos capítulos de The Affair se convirtieron en una auténtica traca final, a pesar de que nada se supo durante varios de ellos del destino de Joanie, cuyo final se mantuvo en vilo tras descubrir que las sospechas de Cole siempre habían estado en lo cierto y Ben era el asesino de Alison. Su confesión y su maquiavélico plan para librarse de rendir cuentas ante la justicia, dejó a una Joanie desarmada. Si el penúltimo capítulo supuso la reconciliación de Helen y Noah, entre ellos y también un poco la redención de Noah con sus detractores, el episodio final supone un broche inesperado y brillante a una temporada que en sus comienzos dejó mucho que desear. Será porque nadie contaba con que sus creadores lograsen sacarse de la manga una encaje tan perfecto, que llama tanto la atención. 

La boda de Whitney en Montauk devuelve a todos a sus orígenes. El episodio está cargado de emotividad, y con momentos casi mágicos, como el flashmob que termina bailando hasta Bruce Butler, el padre de Helen. Su papel errante cobra de nuevo fuerza en esta última tanda de episodios aquejado de alzhéimer, pero protagoniza un hilarante momento cuando se lanza a la piscina y permite que sus nietos puedan escaparse del enlace. 

La interpretación de Maura Tierney del personaje de Helen le ha otorgado numerosos reconocimientos, entre ellos un Globo de Oro, y sigue siendo magistral en los últimos episodios, donde retrata por su hija como codependiente, reconoce que ella también sigue amando a Noah. La escena en la que una Helen colocada sale de la peluquería con los papeles de aluminio es una de las mejores de la serie, que aúna drama y la pérdida de control en la que está sumido su personaje después de que su vida se desmorone con su separación. 

Especialmente emotivo es la escena en la que un irreconocible Noah, atiende a Joanie en el Lobster Roll (que fue donde comenzó todo). Pese a su espectacular caracterización, quizá porque nadie contaba con él allí, en un primer momento cuesta identificar a un octogenario Noah retirado del mundanal ruido en Montauk. Este encuentro supone un cierre perfecto para la serie. Aunque Noah la reconoce, Joanie no, y es después de hablar con Eddie, que desvela que es el hijo de Vik y Sierra (algo que le ha ocultado durante todo el tiempo a Joanie), cuando regresa allí. Él le ayuda a reconciliarse con su madre, de la que solo tenía la versión que Luisa y Cole le habían contado y también ha tomar decisiones sobre su futuro inmediato. Este punto chirría bastante con el Cole que se despidió de The Affair la temporada pasada, separándose de Luisa porque el amor de su vida era Alison, pero no llegó a tiempo para evitar su muerte. Su viaje en coche con Joanie, explicándole la muerte de su madre de una manera muy dulce, nada tiene que ver con un Cole malvado que poco menos traumatizó a su hija durante su infancia diciéndole que su madre la había abandonado. El personaje no se merecía este final tan cruel (que tampoco se intuía durante los capítulos de la quinta temporada). 

El papel protagonista de Mountauk, que en las temporadas pasó a ser casi un personaje más, pero que perdió fuelle más adelante, se recupera en la temporada final y sobretodo en la segunda parte de ella, para regresar de la mano de los Solloway al lugar donde empezó todo y con Joanie a una península casi deshabitada por los estragos del cambio climático. Pese a la dificultad de recrear la vida futurista, The Affair solo muestra esbozos y alguna recreación por ordenador de las zonas inundadas que lo hacen bastante creíble.

The Affair se atreve incluso en sus últimos minutos en hacer una especie de guiño a una serie de culto, A dos metros bajo tierra, con Noah leyendo el libro de Whitney en el cementerio sobre la lápida de Helen. Cuando se levanta se pueden leer los epitafios de su mujer y sus padres, Bruce y Margaret. Y su baile final con la coreografía del flashmob de la boda de su hija décadas atrás, frente un océano Atlántico que está hundiendo Montauk, supone la guinda del pastel a un capítulo que inspirado en la célebre frase de Pablo Neruda: «Si nada nos salva de la muerte, al menos que el amor nos salve de la vida». No se sabe si realmente el dolor traspasa generaciones, si el sufrimiento de unos padres, aunque como Alison no hayan criado a su hija, se hereda, pero si que es cierto, que según la premisa de la serie, el amor puede salvarnos de casi todo.