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La vigente ganadora del Oso de Oro del Festival de Berlín a la mejor Película, y llega a la plataforma coincidiendo con la edición de este año del certamen alemán
15 feb 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Filmin ya tiene disponible en su catálogo Dahomey, el segundo largometraje de la directora franco-senegalesa Mati Diop (Atlantique). Se trata de la vigente ganadora del Oso de Oro del Festival de Berlín a la mejor Película, y llega a la plataforma coincidiendo con la edición de este año del certamen alemán.
Dahomey es un documental de creación que pretende registrar un momento histórico: la decisión del gobierno francés presidido por Emmanuel Macron de devolver 26 obras de arte procedentes del reino de Dahomey (en la actual Benín) a su comunidad de origen, en un inédito proceso de repatriación del patrimonio cultural africano. A día de hoy, muchos museos occidentales siguen poblados de obras de origen africano expoliadas durante la época colonial, lo que da en gran medida una idea de la importancia simbólica de esta restitución que no obstante retorna una minúscula parte de los cientos de obras que las tropas coloniales francesas extrajeron de Dahomey en 1892.
Cuenta la directora Mati Diop que durante el confinamiento por la pandemia reflexionó sobre el sentido que quería darle a su carrera como directora y el posicionamiento político de su obra. «Cuando supe que 26 tesoros reales de Dahomey iban a ser devueltos a Benín por Francia, dejé lo que estaba haciendo y decidí hacer una película sobre eso», recuerda. Una decisión acorde con su obra previa, especialmente con los mediometrajes que dirigió entre el 2009 y el 2019, antes de su debut en el largo con Atlantique: «Las películas que hice en Dakar hablan de un proceso de retorno, volver a mis orígenes africanos, a una parte de mí que había estado enterrada durante demasiado tiempo bajo la hegemonía de mi entorno occidental», explica.
Dahomey documenta el viaje de estas 26 piezas desde que abandonan el Museo Quai Branly de París hasta su llegada a Benín. En paralelo, la película ofrece el punto de vista de una de estas obras, una especie de deidad, híbrido entre hombre y animal, que reivindica el significado histórico del viaje de vuelta a su país y lo hace en el idioma fon, que todo el mundo habla en Benín. «Es una elección altamente política. Dahomey habla, ante todo, al pueblo de Benin, que debe poder escucharse y reconocerse. Frantz Fanon dijo: Hablar el propio idioma es existir absolutamente para el otro. Pero también es existir absolutamente para uno mismo».
Finalmente, la película llega al mundo académico africano, a la universidad, donde jóvenes estudiantes, profesores e historiadores reflexionan sobre el impacto simbólico y real de esta restitución en su país y en sus vidas. «Era necesario trasladar todo el asunto de la cumbre a la base, para crear un espacio que permitiera a los jóvenes identificar esta restitución como parte de su historia y reapropiarséla. Crear un espacio donde pudieran ser escuchados», concluye Diop.