
El as en la manga que el mundo de las plataformas tenía reservado para este verano se llama Furia y se aloja en una HBO Max que acaba de recuperar su antiguo nombre. Sus ocho capítulos son, de principio a fin, ocho bocados gourmet con los que deleitarse en esa sensación catártica que supone ver a las protagonistas tomarse la justicia por su mano y vengarse a palo seco de todos los sinsabores existenciales que cualquier espectador puede entender y compartir. La vida ha ido llenando el vaso poco a poco con infidelidades, abusos, trabas profesionales, discriminación por edad, desahucios, problemas de vivienda... Un goteo incesante hasta que un día la válvula explota y se acaban los filtros, las sonrisas educadas, las buenas maneras. A diferencia de las mujeres de Almodóvar, las de Félix Sabroso traspasan el borde del ataque de nervios y pasan a la acción con todas las consecuencias. Un catálogo de personajes —artistas, hijas de madres dependientes, asistentas, vendedoras de ropa de lujo, actrices del destape...— interpretados por las inigualables Carmen Machi, Candela Peña, Cecilia Roth, Pilar Castro, Claudia Salas y Nathalie Poza empuñan las armas a su alcance y empiezan a llamar a las cosas por su nombre en una serie satírica, por momentos caricaturesca, que te invita a sonreír mientras te clava punzantes pellizcos de realidad.