«Desaparecido», la serie vasca que se rodó simultáneamente en dos idiomas

PLATA O PLOMO

La ficción apostó por grabar dos veces cada escena, una en castellano y otra en euskera
23 jul 2025 . Actualizado a las 09:20 h.Cuando estalló la burbuja de las series de televisión, allá por mediados de la década de los 2000, unas cuantas productoras norteamericanas se dedicaron a buscar ficciones que hubiesen triunfado en países europeos y adaptarlas. La máxima era que el gran público de Estados Unidos nunca vería una serie que no estuviese en inglés, incluso le costaría aceptar una producción con protagonistas con acento británico. Las descargas, primero, y las plataformas, después, rompieron esa teoría en poco más de diez años y ahora el gran debate está entre los que prefieren ver un thriller sueco dejándose la vista en los subtítulos o adaptando el oído al doblaje. En esta era en la que los productos de ficción cruzan fronteras sin ningún tipo de arancel ni peaje, llama poderosamente la atención el viaje al pasado que ha tomado una pequeña ficción vasca. Desaparecido, que se emitió en la autonómica EITB y está disponible en Netflix, decidió rodar dos veces cada una de sus escenas: en vasco y en castellano.
El objetivo principal de esta apuesta por rodar simultáneamente en dos idiomas era ofrecer «una experiencia auténtica en ambas lenguas», como destacaban sus productoras, Pausoka y Zebra, cuando se estrenó Desaparecido (Desagertuta). Juliana Barrera, su productora ejecutiva, calificó como un doble reto: «dos idiomas, dos productoras, dos directores, un elenco muy joven y un equipo muy diverso aportando su visión para hacer de una historia tan local, una serie con atractivo universal». Sus creadores tenían claro que no querían que la serie se consumiese doblada e hicieron cálculos. Todas las escenas con diálogo tendrían que rodarse dos veces y había que buscar actores que se defendiesen en ambos idiomas. Finalmente, fueron unas trece semanas de rodaje y unas nueve jornadas de trabajo por capítulo. El resultado son dos series técnicamente idénticas. Mismo elenco, mismos planos, mismos diálogos, misma música. Pero como reconocía uno de sus directores, Jabi Elortegi, hay algo que cambia entre ambas, a pesar de rodarse simultáneamente y ser, en realidad, dos versiones originales de la misma historia. «Fue curioso ver cómo cada actor aportaba matices diferentes en función del idioma», comentaba Elortegi. Y, al contrario de lo que muchos podrían pensar, en algunos actores la versión en euskera suena más dulce.
Quizás lo llamativo de su doble rodaje y el hecho de que suponga el debut como actriz de Leire Martínez tras su sonada salida de La Oreja de Van Gogh haya ayudado a colocar a Desaparecido como una de las series del momento en Netflix, donde se ha ido estrenando un nuevo episodio cada semana. La historia no es nada de otro mundo. Un joven desaparecido, una investigación policial liderada por la madre de una de sus amigas y secretos de adolescentes (y de sus familias) que van saliendo poco a poco a la luz. Son ocho capítulos, los primeros de ellos centrados en cada uno de los integrantes de la cuadrilla que salió a pasar la noche en la montaña con Jon, el chaval desaparecido. Episodios plagados de flashbacks de traiciones juveniles, chantajes, vídeos que se hacen virales, borracheras, sexting y raves. Nada nuevo que no hayamos visto ya en casi todos los idiomas del planeta.