Medio millar de agentes vigilan las carreteras gallegas en la operación salida A Antonio y su familia no le preocupan los radares de Tráfico. Con lo cargado que va el coche difícilmente podrían superar algún límite de velocidad. Hasta echa de menos la célebre baca, con b, que hizo furor en las vacaciones del desarrollismo, cuando se iba dejando lastre en los vaivenes de esas curvas que convertían la llegada al lugar de vacaciones en un purgatorio. Esto de las operaciones salida es como un pole position, pero a lo grande.
30 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Los estadísticos hablan de sesenta millones de coches que buscarán un lugar de descanso tras el tute sobre el asfalto. Algunos seguirán encontrando disculpas para olvidar a la suegra, otros tendrán que llevarla, que si el canario se queda en casa, que si hay que cargar con la dichosa jaula, que ya empezamos con las bolsitas de plástico, o no te olvides de la sombrilla, aunque luego se te clave en el esternón durante el viaje. Y la crema mágica bronceadora, por aquello de que a lo peor no se ve un rayo de sol ni en pintura. Dios no lo quiera. El paisaje gallego estará salpicado del verde oliva de los agentes de la Guardia Civil. Más de medio millar vigilarán las carreteras gallegas en un dispositivo con nombre rimbombante: Operación Especial 1 de julio. Suena a película de Vietnam. La gran avalancha se espera para hoy y, aunque se supone que la salida será escalonada, el overbooking afectará principalmente a las autovías que unen Galicia con la meseta. Como siempre, la Dirección General de Tráfico incide en los consejos de rigor: cuidado con los cocidos indigestos si se va a conducir, no hacer de un viaje vacacional una mudanza, llevar el coche al médico antes de partir y controlar la presión de los neumáticos. Por su puesto, ni una gota de alcohol. Para dudas de última hora, el teléfono gratuito 900 123505 aporta información sobre los itinerarios más seguros, posibles atascos, rutas alternativas y puntos de atención mecánica.