Hay vida después de los Stones

RUBÉN VENTUREIRA A CORUÑA

SOCIEDAD

César Quian

Bill Wyman demuestra que a los 64 años se pueden dar lecciones musicales El antiguo bajista de los Rolling abrió en A Coruña su gira española

09 jul 2001 . Actualizado a las 07:00 h.

Ninguna groupie lo asaltó a las puertas del Palacio de Congresos. No escuchó gritos desgarrados cuando pisó el escenario. No tocó el bajo para 100.000 personas en un estadio, sino en un auditorio y para casi 1.500 espectadores bien sentados sobre butacas numeradas. Bill Wyman está, por voluntad propia, en la cara B de su carrera, y qué bien que suenan esos surcos postreros. La cara A fueron los Stones. Ahora, ya fronterizo a los 65 años, busca públicos minoritarios a los que conquista con ritmos mucho más sosegados. Se ha buscado nuevos compañeros de viaje, The Rhythm Kings, con los que ayer abrió su gira española. El sábado tocaron en el Montreaux (Suiza). A las doce de la noche, Wyman tomó un avión hacia Oviedo, desde donde partió en coche hacia A Coruña. Tras realizar la prueba de sonido, muy cansado, se puso en manos de una masajista. Talento en el escenario Compareció repuesto en el escenario al grito de «Buenas noches, La Coruña». El primer tema, Melody. Un homenaje para nostálgicos stonianos. Tal era la acumulación de talentos sobre el escenario que en la platea se formaron facciones. «Venimos a ver a Albert Lee», proclamaban unos apasionados del soberbio guitarrista británico. «Yo soy de Georgie Fame», proclamaban los fans del teclista. Pero la mayoría eran, claro, stonianos, y comprobaron que el viejo Wyman es igual de hierático que el joven Wyman. Aunque sí lo hace en Double Bill, el disco que presentaban, no cantó ayer el stone tranquilo, ese al que Jagger sólo cedió el micrófono una vez en 31 años. Los motivos de su silencio se comprendieron durante el concierto: la banda cuenta con voces prodigiosas (Gary Brooker, Georgie Fame o Beverly Skeete). La noche sonó a jazz, como en aquella canción de El Último de la Fila, y también a blues y a rock gran reserva. Wyman demostró que hay vida después de los Stones.