Cada día se abren cien páginas «web» de pornografía infantil en todo el mundo

Raúl Romar García
R. ROMAR A CORUÑA

SOCIEDAD

Unicef admite que Internet ha agravado la explotación sexual a menores, un problema que afecta a más de un millón de niños La situación de la infancia no ha mejorado desde que hace cinco años la mayor parte de los países del mundo se sentaran en una mesa en Estocolmo para estudiar el problema y tomar medidas. Hoy en día, más de un millón de menores son prostituidos o violados en el mundo, según los datos aportados ayer en la segunda conferencia contra la pederastia y los abusos sexuales a menores que se celebra en Yokohama (Japón). Y lo que es peor, existe una nueva amenaza: Internet. Cada día se abren más de cien páginas «web» de pornografía infantil.

17 dic 2001 . Actualizado a las 06:00 h.

Unicef admite que la Red ha agravado el problema hasta el punto de hacer muy difícil encontrar una solución. La primera jornada del congreso internacional contra la pederastia y explotación sexual de menores, inaugurada ayer en Yokohama con la participación de representantes de 138 países, ha avanzado una primera y preocupante conclusión: Internet es uno de los medios que ayuda a fomentar las crecientes redes de prostitución y pornografía infantil. La reina Silvia de Suecia, presidenta honoraria de la reunión celebrada hace cinco años en Estocolmo y que participa en el congreso de Yokohama, desveló que, según datos policiales, cada día se abren más de cien páginas web de pornografía infantil. La ministra de Justicia de Japón, Mayumi Moriyama, ahondó en el problema al afirmar que «los explotadores son cada vez más astutos y, lo que es más preocupante, se refugian impunemente en Internet». Terrorismo La cumbre de Yokohama, organizado por Unicef y la Convención de Derechos del Niño, discutirá hasta el jueves el grado de suficiencia de las medidas que los países tienen para acabar con la prostitución y pornografía infantil. En la inauguración, la ministra de Asuntos Exteriores de Japón, Makiko Tanaka, aseguró que negar a los niños su propia dignidad y explotarles comercialmente es impedir el futuro a todo el mundo. Al pedir una acción inmediata internacional para combatir esta práctica, tanto Carol Bellamy, directora de UNICEF, como la princesa japonesa Hisako Takamado, esposa del primo del emperador Akihito, vincularon el sometimiento sexual de la infancia y adolescencia a la violencia y el terrorismo. Unicef ha denunciado que más de un millón de niños en el mundo son víctima cada año de la explotación carnal y usados como «esclavos sexuales» en una industria que mueve miles de millones de dólares.