Directo al corazón

La Voz

SOCIEDAD

22 ene 2002 . Actualizado a las 06:00 h.

Entre la despedida de Yves Saint Laurent y los demás desfiles de la pasarela de París no se imaginan lo que he tenido que pelearme para que me dejaran meter hoy en mi página a este bollito en lugar de una de esas top models imposibles que tanto éxito tienen entre el sector masculino de esta redacción. Pero al final la razón se ha impuesto y no es para menos. No me importaría ponerme mañana mismo a trabajar pegando carteles publicitarios, como este operario de Kuala Lumpur, si supiera que de esa forma podría estar tan cerca del pecho y del dulce corazón de este cuerpazo.

TYSON, A LO BRUTO. El que debe tener el corazón más duro que sus bíceps es Mike Tyson. Él y el boxeador británico Lennox Lewis convocaron una rueda de prensa para presentar una futura pelea de ambos que tendrá lugar en abril. Pero una vez juntos en la sala debieron de pensar que, ya que estaban allí los dos, no tenía sentido esperar hasta abril. Así que empezaron como empiezan siempre estas cosas entre seres irracionales, primero con insultos y luego a puñetazo limpio. Al final, fueron precisos cincuenta miembros de seguridad para separarlos. Pero la cosa no es nueva. Tyson ya había amenazado a Lewis una vez con que después de derrotarlo se comería a sus hijos. Yo, la verdad, después de aquel episodio de la oreja, me lo creo todo de este tipo.

MÁXIMA COLAPSA EL CHAT. No pudo ser. La gran avalancha de usuarios que intentaron unirse ayer al chat en el que participaban el príncipe heredero de Holanda, Guillermo, y su prometida, Máxima Zorreguieta, provocó una caída del sistema que dio al traste con la intención de la Casa Real de acercar al pueblo a esta pareja, que se casa el 2 de febrero. La Casa Real holandesa había recibido previamente los correos electrónicos de varios miles de usuarios y había hecho una selección de las preguntas, en teoría para evitar que se repitieran los temas, pero supongo que, como yo, sospecharán que se filtraba algo más. Las preguntas abarcaban desde el menú de la boda hasta dónde compra Máxima su ropa. Al final, sólo pudieron contestar a una pregunta antes del colapso. Hasta la Casa Real dijo ayer pestes de la compañía de teléfonos.