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Lo han adivinado. Éste es el disfraz de los carnavales del 2002. La careta más cotizada es la de Bin Laden y la de George Bush no le va a la zaga. Y a mí me parece muy bien. No es que lo que ha ocurrido con estos personajes sea cosa de risa, pero echarle un poco de humor de vez en cuando y saber reírse hasta de las desgracias es una forma muy sana de terapia. Así que les animo a que sean felices estos carnavales, se disfracen y aprendan a reírse de todo y de todos, incluso de ustedes mismos. Y si quieren saberlo todo sobre los carnavales, no se pierdan el despliegue que hoy han hecho mis compañeros del suplemento Fugas dentro del periódico, porque merece la pena. Y ahora una adivinanza: a ver si saben de qué me voy a disfrazar yo. Espero sus correos. ¿MOHAMED ALI, IRLANDES? Una de las noticias que leí ayer me dejó un poco descolocada. Y es que yo siempre había imaginado a los irlandeses pelirrojos y de tez clara, pero un estudio de expertos en genealogía de esta isla atlántica acaba de desvelar que Mohamed Ali tiene sangre de Eire en sus venas. Al parecer, uno de los bisabuelos del legendario Cassius Clay procedía de Irlanda. Abe Grady, que así se llamaba este hombre que hoy tendría 160 años, emigró a Estados Unidos y allí se casó con una mujer de origen africano, lo que explica el color de la piel del púgil. LOS VICIOS DEL ?TÍO OSCAR?. Si alguien ve por ahí alguna figurita obscena de la famosa estatuilla del Oscar, que no se asuste. No es que Hollywood se vaya a dedicar al cine porno. La Academia de Cine de la ciudad con más glamour por metro cuadrado va a denunciar a una compañía llamada Pipedream Products que se dedica a vender por Internet figuras muy bien dotados del tío Oscar que llevan el nombre de el semental del año. A lo mejor la academia se lo piensa dos veces e incorpora una nueva categoría a sus premios. LAS CURVAS DE LIZ HURLEY. Tiemblo sólo de pensarlo. Liz Hurley se ha puesto a hacerme la competencia y ha escrito un artículo con mucho sentido del humor en una revista femenina en el que cuenta los cambios que ha sufrido su figura desde que está embarazada. ?Ahora soy tan pechugona y tengo tantas curvas como una cortesana y bien podría aparecer en un póster como super peso?, dice la ex de Hugh Grant. Liz ha abandonado su dieta, las espinacas y el arroz integral para convertirse en un ser humano. ?He dejado los cigarrillos, el alcohol y el café y ahora elijo entre chocolatinas y galletas?, confiesa. Con lo de la nueva dieta sólo le deseo que siga por ese camino tan sano. Lo de que me haga la competencia ya no me hace tanta gracia. Espero que La Voz no decida sustituirme por ella.