El sector textil de la comunidad se sitúa al margen de la polémica entre Madrid y Barcelona y da prioridad a la proyección internacional Poca gente conoce el dato de cuánto factura Armani o cuántas prendas fabrica. Pero el mundo entero asocia su nombre cosido en una etiqueta y, por extensión, el «made in Italy», con la calidad. La moda española, y en concreto la gallega, también factura mucho y ofrece calidad, pero necesita una imagen simbólica que sirva de locomotora para esta pujante industria capaz de arrastrar a otros sectores. Gaudí y Cibeles mantienen una lucha por convertirse en anfitriones de esa imagen internacional y en sede de la futura pasarela única de la moda española, una iniciativa que, disputas aparte, es respaldada por el textil gallego.
16 feb 2002 . Actualizado a las 06:00 h.Mañana empieza la pasarela Cibeles y el sector textil español pone sus ojos en Madrid. Esperan a ver qué ocurre después de que, la semana pasada, Barcelona hiciese una demostración de fuerza y reafirmase su posición como cita de referencia de la moda española. La competencia entre las dos ciudades no es nueva. Pero la polémica adquiere vigencia después de que el Gobierno anunciara la creación de una pasarela única, iniciativa que las dos ciudades ven bien, pero que ambas quieren albergar. Conflictos geográficos aparte, el textil gallego respalda la idea de la unificación por el beneficio que supondría crear una imagen de país en un terreno tan popular como la moda. Kina Fernández destaca la necesidad de «una pasarela fuerte y potente» y asegura que el nombre de la ciudad es lo de menos. «Debería elegirse aquella que presente más comodidades y que esté más próxima al consumidor y a los medios de comunicación nacionales e internacionales». José Antonio Conde, gerente de Alba Conde, asegura que «primero hay que decidir lo que se quiere hacer y con qué medios», antes de discutir cuál será la sede. Las condiciones que se piden a esta futura pasarela son una proyección internacional a la altura de Nueva York y Milán y que el producto cumpla unos requisitos de imagen, creatividad e industria. Algo que no se está dando, a juicio de algunos. Ramón González, de Toypes, puntualiza que la nueva cita debería contar con «un comité de selección apolítico e imparcial, compuesto por profesionales, extranjeros incluso». José Antonio Arufe, gerente de la Asociación Textil de Galicia, también apoya la creación de una sola pasarela estable y descarta que sea buena la itinerancia entre dos ciudades. «Eso sería confundir al comprador internacional al que queremos atraer», afirma.