Una investigación vincula la sugerente orografía del planeta al impacto de meteoritos hace 3.600 años y asegura que su clima fue siempre helado y seco
06 dic 2002 . Actualizado a las 06:00 h.En Marte, en contra de la teoría más aceptada actualmente, nunca hubo océanos. La presencia de agua en la superficie del planeta rojo fue algo coyuntural; la consecuencia de un fenómeno vinculado al impacto de enormes meteoritos y, por lo tanto, contraria a la esperanza de que se hubiera podido desarrollar cualquier tipo de vida. Éstas son las principales conclusiones de un estudio que ayer publicó la revista Science y que firman unos investigadores de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos. Un equipo encabezado por el astrónomo Owen B. Toon utilizó para su estudio una serie de fotografías de Marte y las sometió a unos simuladores para llegar a la conclusión de que al menos 25 cráteres son consecuencia del impacto de otros tantos asteroides de entre 100 y 240 kilómetros de diámetro. Lluvia hirviendo ¿Y cómo apareció el agua? Esta es la explicación que proponen los científicos estadounidenses: el impacto de las rocas, formadas parcialmente por hielo, lanzó a la atmósfera marciana cantidades ingentes de vapores. Cuando el agua fue liberada de la atmósfera, cayó en forma de lluvia hirviendo que se distribuyó por la superficie de Marte creando ríos y cuencas sobre otra capa de rocas producto también del impacto de los meteoritos. Tras estos fenómenos, que los autores del estudio sitúan hace 3.600 millones de años, Marte fue retornando a su condición de planeta helado y seco. Únicamente con zonas de agua helada bajo la superficie. La transición, eso sí, pudo albergar alguna época en la que el clima del planeta hubiera sido templada y húmeda, pero insuficiente, según los científicos, para que pudiera darse el desarrollo de cualquier tipo de vida. Misión tripulada El nuevo estudio no hace sino alimentar las especulaciones sobre el sugerente aspecto de la superficie del planeta marciano, las posibilidades de aprovechar el agua que existe en su interior y del desarrollo de vida. De hecho, el mismo número de Science recoge otro artículo en el que un grupo de científicos de Arizona aseguran haber hallado evidencias de agua congelada bajo el polo sur de Marte. En cualquier caso, las nuevas teorías quedan a la expectativa de la frontera del 2020, el año en que, según la NASA, la primera misión tripulada podrá pisar el misterioso planeta.