Los Novios, esa pareja que ya trasciende su propia realidad para meterse en todas nuestras vidas, estuvieron esta semana de conferencia. Nunca fue el príncipe Felipe a tantas charlas fuera de las horas de trabajo como desde que sale con Letizia Ortiz . En esta ocasión acudieron a la Fundación Lázaro Galdiano (cuya colección itinerante de arte se pudo ver en la Barrié de A Coruña recientemente) para escuchar una disertación del académico de historia Guillermo Céspedes sobre la Constitución de 1812 y su impacto en América. La anécdota de la jornada vino de la mano del atasco que colapsó una vez más Madrid y que no pudo evitar el heredero, que conducía el coche. El parón hizo que la real pareja llegase con diez minutos de retraso a la conferencia, que no se atrasó por tan ilustre visita. Eso sí, la directora de la Fundación, Leticia (con c) Arbeteta , esperaba a los royals en el vestíbulo del palacete. Del escaparate al Caribe ¿A dónde irán los novios de viaje de ídem? Ah, secreto, secreto, pero parece poco probable que elijan el Caribe, un destino tan plebeyo hoy por hoy. No piensan lo mismo, claro está, Marta Gómez y Óscar Etxeburua, dos donostiarras que llevan dos días en el escaparate de una agencia de viajes de San Sebastián vestidos de bañador y chancletas. No lo hacen por una promesa, no, ni siquiera por un sueldo. Lo hacen para viajar al Caribe, ya que si aguantan ahí hasta el sábado se ganan un viaje de una semana al mar más bucanero del mundo. Después de lo anterior, ustedes pensarán aquello de Hay gente pa' tó ¿verdad? Pues no son los únicos, porque ese es el precisamente el título de un libro del periodista Francisco Reyero, en el que cuenta la vida de treinta personajes que responden a esta frase atribuida al torero Rafael Ortega El Gallo cuando conoció a Ortega y Gasset y le dijeron que era filósofo. En el libro de Reyero desfilan tipos únicos, como el millonario que vende patatas fritas en una playa de Huelva, un boxeador que hace de limpiabotas en Sevilla o un tercero que tiene una funeraria animal. De su particular fauna, Reyero se queda con Veneno , un octogenario padre de más de cuarenta hijos que pese a la edad sólo tiene una idea en la cabeza: el sexo. Como Michael Douglas, pero en el Puerto de Santa María. Tal vez tendrán un hueco en la segunda edición del libro para poner al grupo de cien seguidores de la secta La voz del tercer ángel, que esperaban en una zona remota de Puerto Rico la resurrección de su líder, que falleció el sábado. Luis Laborde Salas, quien hace tres décadas fundó la congregación y se cambió su nombre por el de Luiko de Jesús , murió a los 73 años en su casa del barrio de Ángeles, en Utuado, al parecer por causas naturales. Aunque murió el sábado, hasta el lunes no se informó a las autoridades del fallecimiento y éstas interrogan a su viuda, Karen Arazamendy Rivera, de 29 años, que es hija de otro de los líderes de la secta, Daniel Arazamendy, para que aclare la razón de esa demora, que parece se debe a la espera de su resurrección. Canción anti tristeza Si después de todo lo que les acabo de contar sus penas no se pasan, prueben con la canción I know it's over, de The Smiths . Según una encuesta divulgada ayer por la BBC, este tema ha sido elegido como el gran antídoto contra la depresión. Compuesto por el líder del grupo, Steven Morrissey, es un triste alegato existencial y forma parte del disco The queen is dead (1986), considerado por muchos críticos el mejor álbum de la banda. Si la canción no les convence, que también puede ser, salten a las siguientes de la lista: Everybody hurts, de REM ; Pictures of you, de The Cure ; Confortably numb, de Pink Floyd, y Good day sunshine , de The Beatles .