Matar mejor y más rápido

Bárbara Celis D'Amico NUEVA YORK | CORRESPONSAL

SOCIEDAD

JEFF MITCHEL

Los estadounidenses podrán comprar 19 modelos diferentes de armas automáticas sin que Bush haya hecho nada por evitarlo

14 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

De poco han servido los pataleos demócratas y las voces de personajes famosos y populares como George Clooney o Michael Douglas llamando a la renovación de la prohibición para vender armas de asalto. El lunes a medianoche expiró la ley aprobada por el presidente Clinton hace diez años que prohibió la venta de 19 modelos diferentes de armas automáticas con los que se puede matar mejor y a mayor velocidad sin que la Administración Bush hiciera nada para evitarlo. «Bush ha elegido y ha preferido a sus poderosos amigos de la Asociación Nacional del Rifle a las familias de los policías que él dijo quería proteger», afirmó ayer el candidato demócrata John Kerry, quien lleva varios dias atacando al presidente por no querer renovar una prohibición que ha evitado que se cometieran 66.000 crímenes con ese tipo de armas desde 1994. La prohibición se impuso después de que matanzas sangrientas cometidas por criminales con armas con cargadores automáticos como el rifle de asalto AK 47 llevaran a Clinton a prohibir la fabricación de ese tipo de fusiles y de muchos de sus accesorios, aunque en la práctica, según han repetido esta semana las mismas instituciones que defienden la ley, «muchos fabricantes se limitaron a cambiarles el nombre y hacer pequeñas variaciones en ellos», como reconoció esta semana Kristen Rand, del Violence Policy Center. No obstante, a pesar de que muchas voces hayan reconocido que había múltiples fórmulas para esquivar la ley, lo cierto es que gran parte de la población veía en la prohibición una fórmula para amortiguar la violencia criminal en un país donde las matanzas indiscriminadas son excesivamente frecuentes. Combate La Asociación Nacional del Rifle clamaba que la ley debía expirar porque no servía para nada, excusa esgrimida por los propios vendedores. «La ley era una buena idea porque las armas de asalto están hechas para el combate, no para cazar. Sin embargo, nunca ha funcionado. Yo tengo mi almacén lleno de AK 47 con cargadores de hasta 150 balas, y nunca he dejado de tenerlos», aseguraba esta semana Don Davis, de Don Guns en Indianapolis. Por eso desde una de las alas demócratas se invitaba esta semana a proponer una nueva ley aún mas restrictiva. Pero, en pleno periodo electoral, será muy difícil.