Si es que luego dicen de la moda gallega. No me extraña que tenga fama internacional con lo buenos que son nuestros diseñadores y con la ropa que hacen. Por si lo visto estos días en la Pasarela Cibeles no les había convencido, ayer la firma Caramelo reinauguró su tienda de la calle Serrano en Madrid (de lo más in) y derrochó glamur y buenhacer por los cuatro costados. Para empezar, la inauguración de la tienda, que se ha ampliado a tres pisos y pasa de 400 a 1.200 metros cuadrados, contó con unos padrinos de lujo: Isabel Sartorius (no sé muy bien si en calidad de ex del gallego Gerardo Lorenzo) y el mismísimo Jesús Vázquez. Estaban guapísimos, vestidos los dos de Caramelo, claro, y además derrocharon simpatía. El acto estuvo perfectamente organizado y había pantallas gigantes para que nadie se perdiera ni un gesto. Hasta dieciséis mises conté, que se dice pronto, aunque Sofía Mazagatos fue la que acaparó más miradas. Pero no se crean que sólo había mises, también vi a Raúl, el cantante. Llamó mucho la atención que todos y cada uno de los invitados llegaron en los pequeños Smart. Caramelo había llegado a un acuerdo con la firma de coches y la verdad es que quedó de lo más fashion . Yo no llegué en Smart, pero debo decirles que no paré de bailar un solo segundo. La verdad es que la fiesta estuvo de lo más entretenida. Dentro de la tienda había un enorme piano y la música en directo fue genial. La empresa gallega decidió que en vez de muñeiras iba a ser mucho más animado un cóctel con sabor brasileño y, la verdad, sólo por la originalidad de los pinchos debo decir que acertaron por aquello de la sorpresa. En fin, enhorabuena a Caramelo. Si Isabel Sartorius estaba ayer estupenda vestida de Caramelo, a saber cómo lucirá la actriz Ángela Molina la ropa que para ella ha diseñado Roberto Verino . El ourensano es el encargado del vestuario de la artista en la obra de teatro El graduado , en la que la espléndida Ángela hará de Mrs. Robinson en el teatro Coliseo. Dirigida por Andrés Lima, el estreno se presenta animadito porque Olivia , la hija de la actriz, hará de hija a su vez en este trabajo. No hay que olvidar que se trata de un triángulo amoroso entre la madurita señora Robinson, su hija y el novio de ésta. ?íta, enamorada Diez minutos se descolgó del resto de las revistas del cuore y salió ayer viernes con una noticia digna de su portada: la baronesa Carmen Cervera tiene un lío con el ex profesor de kárate de su hijo (también le dio clases a ella). No me digan, parece de Beverly Hills total. Esta Tita, ¿qué es, española o californiana? Porque no me digan: guapetona, de joven se casó con un actor venido a menos, después con un caradura profesional y más tarde pescó al millonario fondón. Se interesó por el arte, hizo un negocio-favor a su país y enterró al generador de su riqueza. Y después, con sus labios hinchados, sus joyas de millones de quilates y sus pelos, se lía con un mazas de cuidado. Bueno, mazas lo era, porque a sus 52 años, está un poco ajado Javier Báñez Sánchez. Todo lo que lleva el sello Kennedy da dinero, no hay duda. Sotheby's realizó recientemente una subasta de objetos personales de sus casas y se ha vendido hasta las escobas. En total, cinco milloncejos de euros, disparando cualquier previsión, que no llegaba al millón de euros. Lo más caro, el anillo de pedida de Aristóteles Onassis a Jacqueline Kennedy: dos millones de euros por los 40 quilates del diamante.