Hechos y figuras
09 jul 2005 . Actualizado a las 07:00 h.Miren, miren qué contenta está la ministra vestida de San Fermín, con la faja y el pañuelo rojo. Carmen Calvo debió pensar que de esta no pasaba y, aprovechando que es ministra de Cultura y que los sanfermines son cultura, para Pamplona se fue a empaparse del espíritu que ha imbuido a personajes tan dispares como Hemingway o Dennis Rodman . ¿Iba a ser menos la ministra? Desde luego que no. Así que se buscó un par de actos medio institucionales (entre ellos uno con el presidente de la Comunidad, Miguel Sanz , que ya ven cómo acabó) y luego se metió de lleno en la ciudad que vive un fin de semana absolutamente acelerado. De hecho, a la ministra le sorprendió la uniformidad en el atuendo de los sanfermineros y, supongo que transcurrido el día, algunas cosas más. A disfrutar, ministra, que el pañuelo te queda pintiparado. Lo que difícilmente vería la ministra por Pamplona serían bigotes como el del individuo de la foto. Para verlo había que trasladarse a Pforzheim, la ciudad alemana desde la que partió ayer la etapa del Tour. Luego hablan de las mujeres, pero seguro que el señor se tomará su tiempo para presentar semejante obra de ingeniería y que no se le mueva ni una curva. Me apuesto a que lleva más laca que Salomé en Eurovisión. Pero gracias a su bigote se ha hecho hoy con una foto en esta página y me imagino que en alguna más. Desde luego, a este bigotudo, que acudió a presenciar la salida del Tour con otros colegas con bigotes y barbas estratosféricos, se le podrá llamar muchas cosas, pero nunca metrosexual. Cárcel para una mujer que asediaba a Catherine-Zeta Jones Ya saben que el amor nos vuelve medio locos y, consecuentemente, nos lleva a hacer muchas locuras. Al parecer era el caso de Dawnette Knight, una estadounidense de 34 años que se enamoró de Michael Douglas y se le fue la olla. Empezó a enviar cartas furibundas a Catherine Zeta-Jones en las que, entre otras cosas, amenazaba a la esposa de Douglas con cortarla en pedacitos al estilo Sharon Tate o llevarla al otro barrio por medio de un tiro como le pasó a JFK (los ejemplos no son míos, son de ella). El caso es que ya saben que los Douglas no se cortan en ir a los tribunales y ayer, uno británico sentenció a tres años de cárcel a la apasionada Dawnette, que ahora, si quiere escribir, deberá hacerlo a la sombra.