El nuevo tratado debe ser más ambicioso que el actual, que expira en el 2012
16 dic 2007 . Actualizado a las 02:00 h.La cumbre de Bali, que sucede a la celebrada el pasado año en Nairobi, es solo el punto de partida para lograr un nuevo Protocolo de Kioto. Espera aún un largo y difícil proceso que seguirá el próximo año en Polonia y culminará, si todo va bien, en el 2009 en Dinamarca. A partir de ahí, los países tendrán tres años para ratificar el tratado que se apruebe. En una negociación que implica a la mayoría de los Estados del planeta, todo es lento y tortuoso. El acuerdo de Kioto se firmó en 1997, lo que culminó las negociaciones iniciadas en Río en 1992. Sin embargo, para que Kioto entrase en vigor fueron necesarios aún ocho años. Lo hizo recientemente, en febrero del 2005.
1 ¿Por qué ha sido importante Bali? Aunque el acuerdo final ha sido muy descafeinado, también es cierto que supone un antes y un después. Lo fundamental ha sido que Estados Unidos se ha incorporado a las negociaciones del clima y acepta consensuar un nuevo Protocolo de Kioto, con todas sus consecuencias. Desde que Bush anunció en el 2000 que su país renunciaba a Kioto, solo el liderazgo mundial de la Unión Europea hizo posible que el planeta haya iniciado un proceso para reducir un 5% sus emisiones de gases de efecto invernadero hacia el 2012. Es poco, pero peor sería nada. Y este esfuerzo se acomete sin Estados Unidos, el causante del 20% de las emisiones del planeta.
2 ¿Qué papel juegan países en vías de desarrollo, como China o la India? Con Kioto no estaban obligados a reducir emisiones, lo que EE.UU. utilizó como una excusa para abandonar el tratado. Tras Bali, tampoco se les exigirá de forma obligatoria recortar gases, pero tanto China como la India y otros países en vías de desarrollo sí se han comprometido a recortar sus emisiones de una forma cuantificable y medible. Este hecho también marca un antes y un después.
3 ¿El nuevo Kioto seguirá el modelo del actual? No necesariamente. De partida, el objetivo de reducción de emisiones que se plantea para el 2020, de entre un 25% y un 40% y que deberá ser acordado por los países, es mucho mayor que el 5% actual. Los mecanismos de Kioto (comercio de emisiones, mecanismos de desarrollo limpio...) pueden ser válidos, pero tendrán que reforzarse o ampliarse con otros nuevos. De Bali ya ha salido una propuesta interesante: la aceptación de que la deforestación es la causante de un 20% de las emisiones, por lo que habrá que pagar a los países emergentes para que protejan sus bosques. De Kioto + 2 también debe salir una fuerte apuesta por tecnologías energéticas menos contaminantes.
4 ¿Queda tiempo? No mucho. La ONU ya advirtió de que, si no se reducen emisiones de aquí a diez años, la temperatura puede subir dos grados. A partir de ahí, el cambio climático enseñará su lado más perverso.