Los franceses que decidan divorciarse de mutuo acuerdo no deberán presentarse ante el juez si prospera la reforma que estudia el Gobierno. Los abogados se han levantado en armas ante la posibilidad de perder una parte sustancial de sus ingresos.
Bastará la firma de un documento ante notario para que se consume el final del matrimonio. El ministro de Presupuesto, Eric Woerth, ha sido el inspirador de esta reforma, que en su opinión desatascará los juzgados y ofrecerá al usuario «un procedimiento más sencillo, más rápido y menos traumatizante».
Desde la reforma legal que entró en vigor en el 2005, las parejas que deciden divorciarse por consentimiento mutuo solo tienen que presentarse una vez ante el juez, en lugar de dos como anteriormente o en los casos en los que hay litigio. El colegio que agrupa a los 47.000 abogados que ejercen en Francia ha expresado su «radical oposición a la reforma» y pide su inmediata retirada. Aunque la huelga nacional ha sido convocada para mañana, ayer se registraron paros y diversos incidentes en varios puntos del país. En Carpentas los antidisturbios desalojaron con gases lacrimógenos a los 70 abogados que ocuparon la subprefectura. Los letrados de Orleans y Aviñón también han adelantado el inicio de la movilización que une la reforma del mapa judicial a su malestar por la simplificación del divorcio.
De momento es solo una propuesta que deberá concretarse a principios del 2008. En enero, una comisión de expertos elaborará un dictamen en el que se apoyará el ejecutivo para redactar la reforma.
Quedan por definir los honorarios del notario. Los expertos calculan que serán inferiores a la minuta del los abogados, que ahora pueden cobrar entre mil y 4.000 euros por un divorcio sin litigio. El ministro Woerth ha puntualizado que su propuesta no prohíbe la consulta legal previa. Pero el argumento tampoco parece gustar a la Unión Nacional de Asociaciones Familiares, que considera que «el juez garantiza la equidad de los acuerdos entre las partes y la protección del cónyuge más vulnerable». Los divorcios por mutuo acuerdo suponen más de la mitad de los 150.000 que cada año se producen en Francia. En provincias, los divorcios suponen al menos el 50% de los ingresos de los abogados.