Reconstruyen el pecho de cinco mujeres con células de su grasa

SOCIEDAD

25 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

La grasa puede salvar un pecho. Esto es lo que ha conseguido por primera vez en España un equipo de cirujanos plásticos del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, que ha logrado reconstruir parte de la mama de cinco mujeres, que previamente habían sido operadas para la extirpación de un cáncer, mediante la implantación de células madre procedentes de la grasa de las propias pacientes. La grasa -y las células madre que se derivan de ella-, que se obtuvo a través de una sencilla liposucción en el abdomen, se insertó en el pecho de las mujeres con una simple inyección, por lo que la intervención no deja secuelas. Es más, todo el proceso se completó en apenas cinco horas, por lo que las operadas fueron dadas de alta el mismo día.

En principio, la intervención se llevó a cabo en todos los casos para regenerar una pequeña parte de la mama, lo que técnicamente se denomina un cuadrante, pero en el futuro no se descarta que en la misma operación se pueda reconstruir una mama completa. «Si las cosas salen como pensamos, que no tienen por qué cambiar, podremos reconstruir la mama entera», explica la cirujana Rosa Pérez Cano, jefa del servicio de cirugía plástica y reparadora del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. De momento, la actuación que se ha llevado a cabo con las cinco mujeres forma parte de un ensayo clínico en fase 1 que se lleva a cabo en colaboración con otros centros sanitarios de España, Reino Unido, Italia y Bélgica. En total, por este proceso pasarán cuarenta mujeres, por lo que en el Gregorio Marañón de Madrid se intervendrá a otras cinco más.

¿Cuándo se podrá aplicar esta técnica de terapia celular de forma rutinaria en los hospitales? Las pacientes intervenidas en la primera fase serán sometidas a un proceso de seguimiento que durará un año, con el objeto de comprobar realmente si las células madre mesenquimales reconstruyen los vasos sanguíneos del pecho y fijan la grasa o si, por el contrario, se licúa o necrosa. Pero las expectativas son muy positivas, por lo que, pasado este plazo, es muy probable que la técnica se pueda implantar en los hospitales, aunque para que se aplique a gran escala habrá que esperar un poco más.

El proceso comienza con la extracción de las células madre adultas, que, una vez purificadas y seleccionadas, se implantan en la paciente con el doble objetivo de reconstruirle la mama y de generar vasos sanguíneos nuevos que permitan irrigar la zona afectada. Una máquina separa la grasa de las células mesenquimales, las purifica y las limpia para administrarlas, sin que exista riesgo, en el pecho de la paciente. Todo el proceso dura menos de cinco horas.