La nueva ley antibotellón recogerá la reducción de sanciones entre los menores por este tipo de actividades
24 jun 2019 . Actualizado a las 16:18 h.La reforma de la ley del alcohol, cuyo borrador ultima la Consellería de Sanidade tiene un objetivo claro, alejar a los menores del consumo de bebidas alcohólicas y retrasar lo máximo posible la edad de inicio. Para ello se prohibirá la venta a los menores de 18 (hasta ahora se permite cuando se trata de alcoholes de menos de 18 grados), así como el consumo en la vía pública, es decir, que los más jóvenes no podrán participar en el botellón.
Pero hay más. La conselleira de Sanidade, Pilar Farjas, adelantó que esta ley insistirá mucho en la corresponsabilidad de los padres, el entorno escolar y otros estamentos sociales, y sobre todo en la de los menores. De ahí que «como obligatoriamente si se marcan límites hay que marcar sanciones», explicó Farjas, «una de las medidas será la reducción de esta sanción a través de la participación en actividades sociales o lúdicas que organicen los propios concellos».
De lo que se trata, añadieron fuentes de la Consellería, es de que la nueva ley establezca el marco necesario para que las distintas Administraciones puedan sustituir las sanciones por actividades sociales. Este tipo de medidas podrán variar entre un amplio abanico de iniciativas, como cursos, tareas de limpieza u otras prestaciones. «Que al menor le cueste algo y le sirva de concienciación, y no solo sea una multa que pagan sus padres», explican desde Sanidade.
Farjas mantuvo una reunión con el consello federal de la Fegamp, en la que explicó las líneas estratégicas de trabajo de este proyecto de ley. El objetivo es proteger la salud de los menores, prohibiendo la venta y el consumo a estos, para reducir así consecuencias como los comas etílicos, los accidentes de tráfico, los incidentes violentos e incluso el consumo de otras drogas al que puede llegarse tras comenzar con el alcohol.
La conselleira de Sanidade recordó que el botellón supone un consumo «compulsivo, intensivo y abusivo», del que hay que alejar a los menores, por lo que pidió la corresponsabilidad de los concellos, que además son los que tienen competencias en muchas de las facetas que intervienen en el botellón.
Hasta ahora eran los ayuntamientos en sus ordenanzas municipales los que regulaban el botellón, pero hacía falta un marco regulador y autonómico, que además dará homogeneidad a todos los municipios gallegos. Para algunos, sin embargo, estas medidas no solucionarán el problema del consumo en la calle, mientras que otros son partidarios de prohibirlo de forma generalizada, y no solo a los menores.
Medidas educativas
La respuesta que pretende dar la Xunta al fenómeno del botellón para concienciar a los menores en su nueva ley -cuyo borrador estará listo en unas semanas- coincide con las que esta misma semana apuntó el juez de menores de Granada, Emilio Calatayud -aunque en este caso por vía penal-, quien apostaba por penas de 200 horas de recogida de basura para aquellos menores que produzcan altercados.