La Xunta aprobará entre finales de mes y principios de enero el plan gallego contra el cambio climático. Se tratará, sin embargo, de un primer paso, el punto de partida, ya que lo que se someterá al Consello de la Xunta es la propuesta de la Consellería de Medio Ambiente, que luego deberá completarse a lo largo del año con las aportaciones realizadas por los distintos departamentos del Gobierno gallego con medidas y objetivos concretos de reducción de emisiones de efecto invernadero. «Todo deberá estar aprobado en el 2010, porque este es un programa prioritario para el Gobierno gallego y estoy convencido de que todas las consellerías van a responder con la rapidez y eficacia que se requiere», avanzó Justo de Benito Basanta, secretario xeral de Calidade e Avaliación Ambiental.
El ahora denominado Programa Marco Gallego de Cambio Climático tiene un horizonte temporal de diez años, 2010-2020, superior a los cinco, 2008-2012, que se habían establecido en el Plan Galego de Acción fronte ao Cambio Climático elaborado por el Gobierno bipartido y que había dejado listo para aprobar, aunque nunca llegó a formalizarse el trámite. «Era demasiado irreal, ambicioso, con objetivos que no se podían cumplir, como para llevarlo a aprobación por parte del Consello de la Xunta», explica De Benito. El bipartito había propuesto una reducción de las emisiones de dióxido de carbono de 12,25 toneladas para los cinco años de vigencia del plan, objetivos que las principales asociaciones ecologistas gallegas habían considerado como insuficientes. En el año 2007, el último cerrado con los datos de todos los sectores, la comunidad incrementó en un 24,8% su generación de gases de efecto invernadero con relación a 1990, casi la mitad del aumento registrado en el conjunto de España pero superior al cupo del 15% al que el país se había comprometido en el Protocolo de Kioto.
El nuevo programa de la Xunta aún no se ha marcado objetivos concretos de reducción, a la espera de las aportaciones de la Consellería, pero Xusto de Benito Basanta adelanta que será «un plan realista y eficaz, con medidas concretas y medibles que se puedan cumplir». Entre las prioridades de actuación se encuentra el sector transporte, uno de los grandes responsables del incremento de los gases de efecto invernadero en Galicia. Entre 1990 y el 2007, las emisiones se duplicaron en la comunidad hasta situarse en un 104% con respecto al año de referencia, muy por encima del incremento del 26% medido de media en la UE.
La industria, mejor
La industria afectada por la regulación del comercio de emisiones, y por lo tanto obligada a cumplir con Kioto, sí ha registrado, por el contrario, un mejor comportamiento. En el 2008 redujo sus emisiones en un 31,36% con respecto al 2007, aunque bien es cierto que la central térmica de Meirama, uno de los mayores focos contaminantes, estuvo parada para adaptar sus instalaciones para la quema de carbón de importación.
El Programa Marco Gallego de Cambio Climático se estructurará en dos fases. En la primera, comprendida entre el 2010-2012, se establecerán objetivos concretos y medibles de reducción de gases, mientras que en la segunda, 2013-2020, se marcará una estrategia general. Esto es así porque la segunda parte del plan dependerá del resultado de las negociaciones de la cumbre de cambio climático que se celebra en Copenhague, cuyo posible acuerdo será el que defina la hoja de ruta a seguir.
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