El Grupo Diego Zamora, que tiene, entre otras, la bodega riojana Ramón Bilbao, compra en el 2001 Mar de Frades «intentando diversificar y como complemento ideal para un rioja de calidad, porque en nuestra zona no tenemos buena uva blanca», explica Rodolfo Bastida, director general del grupo.
«Cambiamos el enfoque con una nueva bodega de última tecnología y la compra de viñedo de calidad, y pasamos de 90.000 botellas anuales a casi medio millón, y hay que tener en cuenta que no nos sirve cualquier suministro de uva».
Para Bastida, la albariña «es una de las más singulares para vino blanco del mundo, y Galicia tiene las mejores condiciones de suelo y clima para ella, y mucho recorrido aún para mejorar la calidad porque se conoce relativamente poco sobre la variedad. Y esas son condiciones que no se pueden negociar».
Bodegas y Viñedos de la Casa Masaveu es un grupo ovetense que posee Bodegas Fillaboa en Salvaterra do Miño. Apostó por el albariño por interés económico y devoción por la uva. «Es una de las más interesantes a escala mundial: con complejidad y una personalidad muy marcada. La frescura del vino elaborado con ella, la armonía de aromas, su finura y franqueza la hacen única y perfectamente armada para competir en un mercado tan global», explican sus responsables. Esta apuesta tuvo su recompensa cuando Robert Parker, de Wine Advocate , calificó su vino como «bomba del noroeste español».