El Reino Unido desclasifica 18 informes de avistamientos, uno de ellos ocultado a la población por el famoso primer ministro para evitar el «pánico masivo»
06 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.La publicación por parte de Archivos Nacionales del Reino Unido de docenas de documentos compuestos por relatos de testigos, notas oficiales, gráficos y demás información clasificada sobre avistamientos de ovnis se ha convertido en el asunto más comentado de este tímido mes de agosto en los medios británicos, sustituyendo a las informaciones puntualmente estivales sobre avistamientos de otro fenómeno poco explicable, el monstruo del lago Ness.
Según los ufólogos británicos, la desclasificación de 18 informes de avistamientos recogidos en más de 5.000 documentos es importantísima no solo por el elevado número de archivos, sino también por los casos que se han desclasificado, algunos con referencias a las conclusiones alcanzadas por personalidades tan relevantes del pasado siglo como Winston Churchill o Dwight Eisenhower.
Los dos mandatarios decidieron mantener oculto el avistamiento de un ovni por parte de un piloto de la RAF que regresaba al Reino Unido tras un vuelo de reconocimiento durante la Segunda Guerra Mundial, al considerar tanto Churchill como su homólogo norteamericano que su publicación «podría causar pánico masivo o trastocar las ideas religiosas de la gente». Así lo declaró en 1999 el nieto de un ex miembro de la RAF y guardaespaldas personal de Churchill que oyó la conversación mantenida por los dos estadistas. Parece que la tripulación del avión de la RAF llegó a fotografiar ese objeto «que nos acompañó durante parte del vuelo, causando un enorme ruido antes de desaparecer», tal como declaró el piloto.
Otro de los casos publicados remite al 6 de enero de 1995, cuando un Boeing 737 de la British Airways estuvo a punto de chocar contra un objeto no identificado sobre el aeropuerto de Mánchester. Según la tripulación del aparato, pasó tan cerca que el piloto llegó a pensar que el golpe era inevitable. En el informe se anota que lo destacado de este caso es la credibilidad de los testigos, el piloto de la aeronave y su copiloto. Los dos concluyeron que aquello que habían observado era un objeto sólido, con una serie de pequeñas luces blancas, y desde luego no un fenómeno atmosférico o un globo meteorológico. Otro testigo que también vio un objeto en el cielo ese mismo día y en la misma zona de Mánchester precisa en su declaración que sus dimensiones eran colosales, superiores a veinte campos de fútbol.
Pero como siempre ocurre con este tipo de informaciones, están aquellos que desconfían de todo y arrojan jarros de agua fría a la recalentada imaginación del público. Estos destacan, por ejemplo, que el mayor número de avistamientos ocurrió en 1996, año en el que triunfó en la televisión británica la serie Expediente X . Según la documentación desclasificada, aquel año se informó sobre al menos seiscientos avistamientos, mientras que el año anterior hubo solo 240.
Lluvia de meteoritos
Y es cierto que la veracidad parece escasear cuando se habla de ovnis. Así ocurre con el famoso caso de Berwyn Mountains, cuando se informó en 1974 de que un objeto se había estrellado en las montañas del norte de Gales. Según la documentación desclasificada, el supuesto accidente en la autopista espacial fue una simple lluvia de meteoritos. Y surge la misma duda con las cartas que, de manera persistente, envió un autor de libros sobre ufología al primer ministro John Major, y luego a Tony Blair, pidiendo explicaciones sobre si series como Expediente X o películas como Independence Day no eran sino una campaña de los Gobiernos del mundo para ir preparando a la población ante un inminente encuentro en la tercera fase con extraterrestres.