La estabilización del agujero de la capa de ozono evita veinte millones de casos de cáncer

Raúl Romar García
R. Romar REDACCIÓN/LA VOZ.

SOCIEDAD

El escudo protector de la Tierra se mantiene igual desde hace diez años

17 sep 2010 . Actualizado a las 02:40 h.

El agujero de la capa de ozono, el escudo que protege la vida en la Tierra de los niveles nocivos de la radiación ultravioleta, se ha detenido. Se mantiene inmóvil desde los últimos diez años: ni aumenta, ni disminuye. La amenaza, por tanto, permanece controlada, lo que ha sido posible gracias al esfuerzo de la comunidad internacional, que el 16 de septiembre de 1987 firmó el Protocolo de Montreal para la eliminación de los productos químicos liberados a la atmósfera, fundamentalmente los clorofluorocarbonos, que destruyen el filtro protector, esencial para la vida. El acuerdo entró en vigor dos años después, en lo que supone uno de los mayores logros de la comunidad internacional, en contraste con lo que ocurre con el Protocolo de Kioto para combatir el cambio climático, que se firmó en 1997, pero que no entró en vigor hasta el 2006, sin la participación de Estados Unidos, y cuya prórroga está ahora en el aire.

Tanto la Organización Meteorológica Mundial como el programa de Naciones Unidas para el medio ambiente constatan en un informe presentado ayer, y elaborado por 300 científicos, que la capa de ozono no volverá a los niveles anteriores a 1980 hasta dentro de 40 años, proceso que en la zona situada por encima de la Antártida se ralentizará hasta dentro de 70.

El estudio pone de relieve que existe una relación recíproca entre la capa de ozono y el cambio climático, lo que supone también que la reducción de las sustancias que agotan la capa de ozono, que actúan además como potentes gases de efecto invernadero, ha contribuido de forma notable a mitigar el cambio climático. Si los gases liberados a la atmósfera se traducen a dióxido de carbono, con el acuerdo de Montreal se ha conseguido una reducción cinco veces superior a la que aporta el Protocolo de Kioto.

Según la OMM, de no existir el Protocolo de Montreal, los niveles atmosféricos que agotan la capa de ozono se multiplicarían por diez en el 2050, lo que significa que su entrada en vigor evita veinte millones de casos de cáncer de piel y 130 millones de casos de cataratas. La estabilización de la capa de ozono también ha permitido una reducción de los daños en el sistema inmunitario humano, además de perjuicios a la fauna, flora y a la agricultura.