La mayor parte de esa suma corresponde a gastos en vivienda, restauración, transporte y compras de diversa índole de los visitantes.
28 oct 2010 . Actualizado a las 17:50 h.La visita del papa Benedicto XVI el 7 de noviembre a Barcelona, donde consagrará la iglesia de la Sagrada Familia, costará unos 700.000 euros y generará casi 30 millones gracias a la afluencia de visitantes, estimó este jueves el ayuntamiento de esta ciudad del nordeste de España.
«Estimamos que la visita de Benedicto XVI tendrá un impacto sobre la economía de Barcelona de 29,8 millones de euros», detalló.
La mayor parte de esta suma --25,2 millones-- corresponde a gastos en vivienda, restauración, transporte y compras de diversa índole de los visitantes. Se espera la llegada de unas 400.000 personas con motivo de este acontecimiento.
«En términos de difusión de imagen de Barcelona, el beneficio está estimado en 4,6 millones de euros», señala el ayuntamiento, que calculó esta suma basándose en el costo de una campaña televisada que tendría como audiencia el 18% de la población mundial.
Los gastos de la acogida del Papa oscilarán entre 670.000 y 720.000 euros, de los cuales la región de Cataluña y el consejo provincial de Barcelona para el Centro Internacional de Prensa pagarán entre 300.000 y 350.000 euros.
El ayuntamiento abonará por su parte 370.000 euros, sobre todo para las reservaciones de los espacios necesarios para la visita, la seguridad y la información de los visitantes, el refuerzo de los servicios de urgencia y la instalación de sanitarios provisionales. La cifra no incluye la limpieza de las calles.
Estas sumas hay que añadirlas a los gastos que asumirá el arzobispado de Barcelona, que los estimó recientemente en 500.000 ó 600.000 euros, según el número de los asientos instalados en torno a la Sagrada Familia y de las pantallas gigantes. Por el momento se han recaudado 300.000 euros de donativos de fieles.
Benedicto XVI recorrerá en papamóvil el trayecto entre el arzobispado y la Sagrada Familia, donde consagrará esta obra maestra inacabada del arquitecto catalán Antoni Gaudí. La última visita de un Papa a Barcelona la hizo Juan Pablo II en 1982.