China animó ayer la 17.ª cumbre de la ONU sobre cambio climático (COP17) de Durban con su disposición a firmar un futuro acuerdo legal de reducción de emisiones, mientras Estados Unidos sigue sin ceder terreno en ese asunto. La conferencia entró ayer en su semana decisiva, ya que hoy comienzan las reuniones de alto nivel, a las que se espera que asistan doce jefes de Estado de Gobierno y unos 130 ministros.
El presidente de Sudáfrica, Jacob Zuma, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, entre otros, darán en una ceremonia el pistoletazo de salida para las reuniones ministeriales.
En la víspera de esa ronda negociadora, los delegados de los países redoblaron los esfuerzos para entregar hoy los borradores que estudiarán los ministros.
Cinco condiciones chinas
China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, acaparó la atención de la cumbre al afirmar que está dispuesta a aceptar un acuerdo legalmente vinculante de reducción de sus emisiones contaminantes. El jefe de la delegación china, Xie Zhenghua, vicepresidente de la Comisión de Reforma y Desarrollo de China (equivalente a un Ministerio de Economía), precisó que ese paso se daría bajo cinco condiciones.
Entre esas destacan la prórroga del Protocolo de Kioto (PK), la aprobación del Fondo Verde para el Clima para los naciones más desfavorecidas, y la responsabilidad común ante el cambio climático con exigencias diferenciadas. Sin embargo, Xie precisó que China no se acogería al posible acuerdo hasta el 2020.