Kina Fernández viste de «comodidad chic» a la mujer de ciudad

natalia bore información MADRID / REDACCIÓN

SOCIEDAD

La semana de la moda cierra hoy sus propuestas para el invierno

04 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Si algo define la colección del próximo otoño-invierno de Kina Fernández es la combinación de un estilo desestructurado pero chic, prendas cómodas y ponibles para una mujer que opta por vivir la ciudad. Sin renunciar a la elegancia, los volúmenes y los largos van del maxi al mini, desde el oversize envolvente para prendas de abrigo hasta los cortes sirena para deslumbrantes vestidos de fiesta, pasando por minivestidos de cóctel o ligeras faldas de plisados combinados y fluidos, todo combinado con zapatos y botas planas.

«Son prendas con un sentido comercial, muy ponibles», resume María Álvarez, directora creativa de la firma, para subrayar la apuesta por los tejidos tecnológicos, como la lana engomada, el Chanel plastificado o el satén-gabardina bicolor. Pero sin olvidarse de las clásicas lanas de tweed cocido o Príncipe de Gales, la sarga de algodón o las sedas lavadas. Destacan también los apliques y «detalles» en pelo -en mangas, faldas, hombreras-, aunque no hay ninguna prenda completa de piel, como sí fue la apuesta de Roberto Verino, que también optó por las pieles de pelo largo.

Respecto a la gama, la colección está marcada por el negro, que se mezcla con crudos y grises, o con el fucsia lavado (apenas cuatro prendas), además del protagonismo de los ocres, marrones, ladrillo y topo.

Las líneas saltan de la inspiración años veinte para los vestidos de cóctel a la de los años cuarenta para la fiesta. «Para lucir los vestidos de la noche solo se necesita un cuerpo bonito», apunta María Álvarez. Cortes sirena pegados a la silueta, tejidos de lujo y mangas largas para una mujer que seduce por estar cubierta.

De la pasarela a la calle

Las 43 salidas que integraron la colección de la gallega mostraron su esfuerzo por integrar la pasarela y la calle, por adaptarse a las necesidades de un público que -por la crisis- «no tiene ganas de cosas muy complicadas, por eso hemos apostado por un easy concept, prendas más fáciles y más cómodas», añade la directora creativa.

Por su parte, la colección Will (Voluntad) de Davidelfín impactó con las prendas en blanco nuclear inspiradas en batas de hospital realizadas en un tejido con efecto de cuero, o negras con estampado pantera. El diseñador se apunta al animal print con detalle de látex o con cintas reflectantes para cuellos y puños.

El creador vasco Ion Fiz, que, junto a Delfín, cumplía diez años e el negocio, no quiso arriesgar: la silueta lápiz y las faldas tubulares como salidas de una película del Hollywood dorado, trajes sastre revisados por el creador y los tejidos tan ingleses y fríos como la pata de gallo o el ojo de perdiz combinados con gasa, organza, satén y gazar. Por supuesto, vestidos abrigo como prenda básica y tonos ahumados combinados con turquesas, topacios y malvas.

Hannibal Laguna se decantó por esa imagen de la mujer clásica e inspiró sus modelos en las creaciones de Julio Romero de Torres: «Son mis primeros recuerdos de España». Camisetas de tul debajo de los vestidos con bustiers nude y bronce. Los volantes han sido otra de las notas dominantes de una colección de fiesta muy española.

DOS GALLEGAS, HOY

En la que será la última jornada, antes de dar paso a los jóvenes talentos en El Ego, dos gallegas ponen hoy el broche final a la pasarela. Sara Coleman y María Barros presentan a las 16.30 sus propuestas para el próximo otoño-invierno.