«Amor es amor», tuiteó el propio Barack Obama ayer tras conocerse el fallo de la Corte Suprema sobre el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Todos los expertos señalan que la sentencia es el impulso que se necesitaba para extender este derecho por todos los Estados de EE.?UU. Pero no parece que en algunos vaya a ser tan fácil. Hasta ahora, trece Estados más el distrito de Columbia (Washington capital) han aprobado leyes que permiten a las personas del mismo sexo casarse. Antes de la sentencia de ayer, el Gobierno federal no reconocía esas uniones, pero ahora las dará por válidas.
Sin embargo, quedan muchos lugares donde las bodas gais siguen siendo una utopía. En ese sentido cada Estado seguirá siendo libre de decidir si acepta o no este tipo de uniones, y no parece que vaya a ser probable en muchos de los Estados más conservadores, sobre todo los sureños del llamado Cinturón Bíblico.
Algunos de sus representantes ya mostraron ayer su enorme contrariedad ante la sentencia de la Corte Suprema. Un representante de la Asociación Americana de la Familia también tuiteó, como Obama, pero en otro sentido: «El matrimonio basado en la sodomía es una violación flagrante de las leyes de la naturaleza y de la ley de Dios».