Noruega lidera la lista de la ONU, que cierra la República Centroafricana
25 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.España no consigue levantar cabeza en el Índice de Desarrollo Humano de la ONU, un ránking mundial de 187 países que, entre otros aspectos, mide la esperanza de vida, el grado de escolarización, el acceso a la sanidad o el PIB. Continúa en el puesto 27, al igual que el año anterior, solo que desde 1995, cuando alcanzó su mejor clasificación con la novena posición, la caída ha sido continua. O, lo que es lo mismo, en 19 años España ha perdido 18 plazas en el índice que mide el grado de bienestar y desarrollo de cada estado.
Noruega sigue ocupando el primer puesto, que mantiene de forma reiterada salvo un año en que fue desplazada por Islandia, de una lista que también sitúa en los lugares de honor a Australia, Suiza, Holanda y Estados Unidos, mientras que en las posiciones de cola aparecen Sierra Leona, el Chad y la República Centroafricana. El primer y el último clasificado, aunque no lo parezca, se sitúan en el mismo planeta, el mismo en el que 2.200 millones de personas, el 30 % del total de la población, o son pobres o se encuentran al borde de serlo, según se recoge en el informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según las mediciones de pobreza basadas en ingresos, 1200 millones de personas viven con menos de un euro al día (90 centímos). Aunque el dato es por sí solo suficientemente contundente, no es el único agravio que recoge el informe, que desvela que el 80 % de la población mundial carece de un sistema de pensiones o de un seguro de desempleo, en tanto que 1.500 millones de trabajadores mantiene un empleo inseguro o en precario.
La austeridad eleva la pobreza
En un mundo muy desigual, en el que el abismo que separa a ricos y pobres se mantiene, pese a los tímidos avances de los últimos años, el documento alerta de que ciertas políticas de países desarrollados no solo reducen la desigualdad, sino que incrementan la pobreza. Es el caso de la estrategia de austeridad económica aplicada en los países de la Unión Europea, que ha causado «severas presiones sobre las estructuras sociales» y un aumento de la pobreza en más de la mitad de los estados miembros y en los grupos más vulnerables como niños, inmigrantes y discapacitados. Así lo destacó ayer el economista pakistaní Jalid Malik, el autor principal del trabajo.
Malik se refirió al caso concreto de España, donde «habría que analizar si fue buena idea aplicar la austeridad con un 60 % de desempleo juvenil», y afirmó que «cada vez hay más economistas en todo el mundo que defienden una visión alternativa» a esta estrategia económica.
El informe, cuyo objetivo es «influir las políticas a nivel mundial», señala que el desempleo juvenil global se podría reducir a un 5 % para 2050 -actualmente es del 13 %- si los países aplican «medidas ambiciosas de creación de empleo». Y otro tanto podría hacerse con la extensión de las prestaciones sociales.