El presidente Barack Obama nombró ayer a Ron Klain responsable de la gestión de la crisis del ébola. La tarea de Klain será «proteger al pueblo estadounidense detectando, aislando y tratando a los enfermos dentro del país» y también a coordinar «el esfuerzo por detener el ébola en África occidental». Las críticas comenzaron inmediatamente después de que se conociera el nombre de Klain, y la razón es que Ron Klain no tiene ningún tipo de formación médica. Tiene formación de abogado y fue el jefe de personal de dos vicepresidentes: Joe Biden y Al Gore, y de la fiscal general Janet Reno. Klain tiene una gran experiencia en la Casa Blanca, y destaca de él que se relaciona muy bien con los diferentes estratos del poder de Washington. Precisamente eso es lo que ha valorado la Casa Blanca ante las críticas: la capacidad de Klain para entenderse con las diferentes agencias gubernamentales que están implicadas en la crisis y resolver los problemas burocráticos que se presenten. Pero no todo el mundo lo ve igual. Un comentarista decía ayer: «Es como si George Bush hubiera nombrado a su asesor político, Karl Rove, para conducir la recuperación de Nueva Orleáns tras el Katrina en 2006».