Esta maestra tenía 12 años en el momento de la catástrofe y perdió a gran parte de su familia
26 abr 2016 . Actualizado a las 16:08 h.Svieta Shmagailo, una maestra que con 12 años padeció Chernóbil y perdió a gran parte de su familia, se ha preguntado este martes retóricamente qué tiene más valor: ¿la vida, los hijos, el futuro o una energía nuclear 'barata'?, como sostienen sus defensores.
«Cuando oigo decir a alguien que la energía nuclear no tiene efectos, que es barata y buena, quiero gritar. ¿Qué vale más? ¿La vida, el futuro, nuestros hijos o una energía 'barata'»?, ha dicho Shmagailo, que ha asistido a una jornada en la Cámara Baja sobre esta energía, previamente a la cual Podemos ha registrado una iniciativa para el cierre escalonado de las plantas españolas.
Emocionada, la maestra de Infantil ha relatado cómo se vivieron los días inmediatamente posteriores al accidente de Chernóbil, del que este martes se cumplen 30 años, en su aldea, a 35 kilómetros de distancia, y cómo esta tragedia ha marcado después todos los días de su vida y la de sus vecinos y familia.
Su madre y hermano fallecieron como consecuencia de un cáncer, igual que un primo hermano suyo -uno de los «liquidadores» de la central (Ucrania, entonces antigua URSS), y su hermana -que entonces tenía 4 años-, está gravemente afectada.
Toda su trayectoria vital ha estado rodeada de personas a las que se les comunicaban enfermedades incurables o que finalmente han fallecido. «Vives seguro, pero psicológicamente no. Los días pasan con la constante inquietud de las revisiones anuales» en las que los médicos pueden detectar el mal, ha explicado la maestra, que enseña a sus alumnos no incurrir reiteradamente en los mismos errores.
Del mismo modo, los adultos -ha continuado- no deberían seguir por la senda nuclear tras Chernóbil y Fukushima. De clases que habitualmente tenían veinte estudiantes, ha pasado a tener actualmente cuatro niños en el aula, tres de ellos afectados a consecuencia de la radiación y con «serios problemas».
Durante la jornadas, el diputado Juantxo López de Uralde, del grupo parlamentario Podemos y coportavoz de EQUO, y la responsable de energía nuclear de Greenpeace, Raquel Montón, han coincidido en advertir de la amenaza que suponen las centrales nucleares, entre otras razones porque no es limpia (genera residuos de alta radiactividad); no es segura, genera efectos incontrolables y tampoco es barata. La proposición no de ley registrada este martes, que se debatirá el próximo jueves en la Comisión de Industria y Energía del Congreso, pide el cierre progresivo de las plantas a medida que sus permisos de explotación acaben.
El calendario de clausura sería: Almaraz I: 2020; Almaraz II; 2020; Ascó I: 2021; Cofrentes: 2021; Ascó II: 2021; Vandellós II: 2020 y Trillo: 2024, mientras que en el caso de Garoña, actualmente en parada, se pide su no reapertura. Ambos han coincidido en que la probabilidad de un accidente nuclear es perfectamente plausible y han argumentado que esta fuente de energía está frenando el desarrollo de las renovables.