Desalojados por un iceberg

Antía S., L. l. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Susanne Eliassen | DPA

Un pueblo de Groenlandia de 170 habitantes, en riesgo de tsunami por un enorme bloque de hielo

08 ago 2018 . Actualizado a las 15:45 h.

El deshielo es uno de los principales problemas del cambio climático. Las excesivas temperaturas debidas a las olas de calor, y provocadas por el efecto invernadero, llevan a que se derrita el hielo de los polos. Además de causar una correspondiente subida del nivel del mar, hace que se produzcan desprendimientos en los glaciares. De estos desprendimientos surgen grandes masas de hielo flotantes, conocidas como icebergs. Al desprenderse, se convierten en un peligroso obstáculo.

Así ha sido en la localidad de Innaarsuit, en el oeste de Groenlandia, donde a mediados de julio varias decenas de personas fueron evacuadas y trasladadas a una zona de mayor altura. La masa de hielo, que se había desplazado desde el norte, se aproximó a la costa y se eleva frente a las casas de la población, que quedaron amenazadas. Ahora, los desprendimientos del iceberg mantienen en vilo al pueblo por un posible tsunami. «Podemos sentir la preocupación entre la población. Estamos acostumbrados a grandes icebergs, pero nunca antes habíamos visto uno tan grande», relataba un miembro del consejo del pueblo a la KNR (Corporación de Radiodifusión de Groenlandia). Tanto el gobierno como la policía están en alerta máxima y han enviado un helicóptero de búsqueda y rescate al pueblo de, aproximadamente, 170 habitantes.

La «última frontera»

El Ártico es la zona más vulnerable del planeta. Un cálculo estima que en los últimos 30 años se ha perdido el 75 % del volumen de hielo marino de verano, según un estudio de Greenpeace. Al producirse una disminución de la cobertura de hielo, el albedo, que es la capacidad para reflejar la radiación solar, también experimenta una disminución. Esto provoca un mayor calentamiento de la superficie terrestre que, a su vez, provoca más deshielo. Un círculo vicioso que podría llegar a terminar con la «última frontera» del planeta.