Repasamos en qué punto se encuentran las causas legales que se llevaron a los tribunales

María Viñas
Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Máster de Edición Periodística en la Ecuela de Medios de La Voz de Galicia. maria.vinas@lavoz.es

5 de octubre del 2017. The New York Times desenroscaba el tapón: «Harvey Weinstein compró el silencio de mujeres acosadas sexualmente durante décadas».

Con aquel artículo, tan valiente como necesario, arrancaba un jueves cualquiera de otoño una nueva era, la del #MeToo, la del miedo encogido, contraído. El silencio, agotado, detonó en una gran voz femenina -por mayoría- y firme. Aprendimos entonces qué era la sororidad, el empoderamiento antipatriarcal, pero sobre todo abrimos los ojos: fuimos conscientes de que el acoso sexual no solo era común, casi una suerte de plaga en determinados ambientes; además era socialmente tolerado, disimulado, enmascarado. En ocasiones, una exigencia, un mal trago que pasar ya asumido para conseguir determinados logros. Los logros se revelaron otros: la independencia, la capacidad para decir no, la posibilidad de llevar estos episodios a una conversación. 

Diez días después de la publicación del texto del diario neoyorkino, la actriz Alyssa Milano animó a todas las mujeres que hubiesen sufrido algún tipo de acoso a levantar la voz, a unirse a la causa con un «yo también», me too, «para dar idea de la magnitud del problema». La respuesta fue abrumadora. Y hoy, un año y tres meses después de aquello, hay también otros frutos. Los legales. Cerca de 200 hombres (y un par de mujeres) poderosos han sido señalados públicamente. Repasamos en qué punto se encuentran las causas legales que se llevaron a los tribunales

Bill Cosby

Jessica Kourkounis | reuters

Primer condenado del #MeToo. A sus 81 años el cómico fue castigado el pasado septiembre a pasar en la cárcel como mínimo tres años y como máximo diez por agresión sexual. El juez lo declaró en abril del 2017 un «depredador sexualmente violento» por abusar de la exjugadora de baloncesto Andrea Constand en el 2004 en su mansión en los suburbios de Filadelfia. La víctima explicó que Cosby la invitó a su casa y le dio unas pastillas que la marearon y le permitieron abusar de ella.

Más de 60 mujeres han acusado al cómico de abusar sexualmente de ellas entre los años 1960 y 2000. Todos los casos, excepto el de Constand, prescribieron. 

Harvey Weinstein

KENA BETANCUR | afp

El productor de Hollywood que disparó el #MeToo todavía no se ha sentado en el banquillo. Lo hará el próximo 6 de mayo, en Nueva York. La vista preliminar tendrá lugar dos meses antes, el 7 de marzo. A pesar de haber recibido una avalancha de acusaciones, de ser de largo el nombre más repetido en las denuncias públicas (más de 80 mujeres, entre ellas conocidas actrices como Angelina Jolie o Gwyneth Paltrow, apuntaron hacia él), Weinstein se enfrentará esta vez solo a dos cargos por violar a una mujer en una habitación de hotel en marzo del 2013, y a otros tres más por forzar a otra a realizarle una felación en su apartamento en Manhattan en julio del 2006. De ser declarado culpable podría enfrentar una condena a cadena perpetua.

Kevin Spacey

EDUARDO MUNOZ | reuters

El célebre actor ha sido acusado por más de 30 hombres de acoso sexual y tocamientos. Hasta ocho personas que trabajaron en la serie de Netflix House of Cards, protagonizada por Spacey, coinciden en que el intérprete era un «depredador sexual» en el set de rodaje, en que se aprovechaba de su situación de poder. La plataforma cortó sus relaciones con él de manera fulminante, suspendiendo el rodaje y, más tarde, prescindiendo de su personaje para la última temporada de la ficción. El director Ridley Scott, por su parte, también decidió poner distancia y borrar al actor en todas sus escenas de Todo el dinero del mundo, una de sus últimas películas. 

Actualmente, Kevin Spacey se enfrenta a un delito de presunta agresión sexual a un chico de 18 años cometida en el 2016 en un bar Massachusetts. En libertad bajo fianza, está inculpado formalmente de abuso sexual. Él mantiene que es inocente. En caso de ser declarado culpable, podría pasar hasta cinco años en prisión.

El actor tiene otras causas abiertas: está siendo investigado por presunto abuso sexual en Los Ángeles y también en el Reino Unido, donde fue director del teatro Old Vic de Londres durante 11 años. Al menos 20 testimonios hablan de la conducta inapropiada del actor en aquella época

Roman Polanski

VALERY HACHE | afp

En octubre del 2017, Roman Polanski, de 84 años, fue acusado por cuarta vez de violar a una menor. La policía suiza abrió entonces una investigación para esclarecer el testimonio de una mujer que aseguraba que el realizador franco-polaco la agredió sexualmente en su refugio de montaña en la localidad suiza de Gstaad, en el año 1972, cuando ella, que hoy tiene 61 años, era una joven modelo de solo 15. Dos meses más tarde, en diciembre del 2017, la Policía de Los Ángeles puso en marcha otra causa después de que Marianne Barnard denunciase que el cineasta la había acosado en el 75 durante una sesión fotográfica. Ella tenía 10 años.

Polanski fue condenado ya hace cuatro décadas por violación. El pasado mayo fue expulsado, junto a Bill Cosby, de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de Hollywood. Una semana más tarde, tachaba el movimiento MeToo de «histeria colectiva» durante una entrevista en una revista polaca. 

Larry Nassar

Rebecca Cook | reuters

El exmédico del equipo estadounidense de gimnasia, el doctor Larry Nassar, fue condenado hace un año a entre 40 y 175 años de cárcel por abusar de más de cien jóvenes gimnastas a lo largo de por lo menos tres décadas.

Nassar, de 54 años, estuvo durante casi 30 vinculado al equipo de la Federación Estadounidense de Gimnasia, donde atendió como médico a las principales estrellas del equipo, incluidas varias campeonas mundiales y multimedallistas olímpicas. Talentos de la talla de Simone Biles, Aly Raisman, Alexis Moore, McKayla Maroney, Gaby Douglas, entre otras, denunciaron que durante años sufrieron abusos sexuales. Nassar ya había sido condenado a 60 años de prisión por posesión de pornografía infantil.

Sylvester Stallone

ROBYN BECK | afp

En noviembre del 2017, Sylvester Stallone fue acusado de violar en un hotel de Las Vegas, en 1986, a una fan de 16 años. La acusación se archivó por falta de pruebas. El pasado julio, la oficina del Fiscal de Los Ángeles abrió una nueva investigación sobre otro supuesto ataque sexual por parte del actor. La supuesta víctima denunció haber sido atacada en los años 90. El caso, que se investigó pese a que el presunto delito habría prescrito, no prosperó porque no se encontraron pruebas suficientes.

Nick Carter

La actriz Melissa Schuman acusó a Nick Carter, cantante de los de Backstreet Boy, de abusar de ella cuando este tenía 22 años y ella 18, en el año 2003. La causa fue desestimada por la oficina del Fiscal del Distrito de Los Ángeles al haber transcurrido más de 10 años desde el incidente, tiempo suficiente para que, de acuerdo con la norma vigente en el estado de California, el caso quede prescrito.

Gérard Depardieu

Una joven de 22 años, hija de un amigo del actor, presentó el pasado agosto una denuncia por violación y agresión sexual contra el actor francés Gérard Depardieu, de 69 años. Según la denunciante, los hechos ocurrieron el 7 y 13 de agosto en el domicilio que el actor tiene en París. El intérprete niega las acusaciones. La investigación está abierta.

Jean Claude Arnault

HENRIK MONTGOMERY | efe

Un total de 18 mujeres denunciaron en Suecia por abusos sexuales al artista francés Jean Claude Arnault, marido de una de las integrantes de la Academia Sueca, entidad que entrega el Nobel de Literatura. Según las acusaciones, las agresiones se habrían producido en su club literario y en dependencias de la academia.

En octubre del 2018, Arnault fue condenado por violación a dos años de cárcel por uno de los casos y absuelto de una segunda acusación. Dos meses más tarde, un tribunal de apelación le declaró culpable de ambas agresiones (a la misma mujer) en una decisión unánime y aumentó su pena de prisión en otros seis meses, dejándola así en dos años y medio. 

El «caso Arnault» desató un espinoso conflicto interno en la Academia Sueca que desencadenó en una casacada de renuncias en la prestigiosa institución: hasta ocho académicos la dejaron. Para gestionar el tema, se decidió impulsar varias reformas y aplazar el Nobel de Literatura del 2018, primera vez que se hacía algo así en las últimas siete décadas. 

Otros señalados

Hay más. Muchos más. Nombres que no han llegado a sentarse en el banquillo, bien porque los casos ya han prescrito, bien porque sin pruebas contundentes nunca prosperaron, bien porque se quedaron en denuncias sin oficializar. Sus nombres quedan así en un limbo de sospecha, empañada su reputación, la sombra de la duda sobre ellos.

De Ben Affleck, la actriz Hilarie Burton dijo en Twitter que le había tocado el pecho sin consentimiento. También fue acusado de tocamientos, a través de las redes sociales, el director de cine Oliver Stone. El fotógrafo de Vogue Terry Richardson fue señalado durante años por varias mujeres y al menos ocho acusaron de acoso a George H.Bush. Se apuntó también hacia Dustin Hoffman, Ed Westwick (Chuck Bass en Gossip Girl), Jeffrey Tambor, James Franco, Michael Douglas, David Copperfield, Mario Testino, Donald Trump, Cristiano Ronaldo, Lars Von Trier y Morgan Freeman. Este último fue víctima de un montaje. La Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano reveló el mes pasado que las acusaciones de acoso sexual contra el actor fueron fruto de un reportaje manipulado.