«La gente no es consciente del 'Gran Hermano' que tiene en su móvil»

Javier Becerra
Javier Becerra REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

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Algunas aplicaciones de los «smartphones» graban conversaciones privadas de los usuarios, muchas veces sin que estos sean conscientes

18 mar 2019 . Actualizado a las 20:17 h.

Su móvil puede estar grabando las conversaciones que tiene en la intimidad de su casa. «Si tú das permiso, puede pasar. De hecho, pasa. Si bajas aplicaciones que piden usar el micrófono ya estás abriendo esa vía», dice Enrique Costa, profesor del Departamento de Enxeñería Telemática e Grupo de Tecnoloxías da Información de la UVigo. «Esas aplicaciones acceden al micro y este está captando lo que se dice. Luego, solo las empresas saben lo que hacen con esos datos», añade el especialista.

El pasado verano saltó la polémica: la app de la Liga usaba los micros de los móviles de quienes la descargaban para grabar. En ese caso, La Liga decía solamente se captaban fragmentos de audio en momentos concretos. El objetivo era saber si el usuario veía el fútbol en un local donde se estaba pirateando la señal. Pero, más allá de ello, la alerta saltó porque la gran mayoría desconocía que estaba autorizando ese uso espía. También, hasta qué punto esas grabaciones suponían una intromisión en la intimidad.

«Grandes compañías, como Google o Facebook, recopilan datos de voz. Esto lo recogen abiertamente en las condiciones de sus contratos, en donde indican que utilizan dichos datos para mejorar sus servicios», puntualiza José M. Vázquez-Naya, investigador del Grupo RNASA-IMEDIR y vocal del Colexio Profesional de Enxeñería en Informática de Galicia. Los especialistas señalan que esas conversaciones se optimizan a texto y de ahí salen palabras clave que pueden determinar los intereses de cada persona. Por ello a una persona le pueden aparecer anuncios relacionados con sus conversaciones, del mismo modo que ocurre con las búsquedas de Google.

«En un 80 o 90 % se usan para márketing, pero se trata de un uso minoritario», puntualiza Tiago Fernández, profesor del máster en ciberseguridad de la UDC: «No hay un gran cerebro que lo controla todo y analiza todo lo que dices, pero sí que se usa. Por ejemplo, en las apps de videojuegos gratuitos, que piden grabarte en un momento concreto».

El problema radica en dos aspectos. Primero, la inconsciencia general de los usuarios de que, al aceptar los términos de un contrato, dejan abierto ese micro para usos por concretar. Luego, qué se graba, cuánto se graba y dónde van a parar esas grabaciones. «Dispositivos como Google Home o Amazon Echo están grabando todo el tiempo. Vendes tu privacidad a cambio de un servicio. Esto es un gran problema», dice Costa. La cuestión puede ir incluso más allá de quién autoriza esas grabaciones. El profesor de Derecho y Ciencia Política de la UOC Miguel Peguera explica en una nota del centro que se trata de un supuesto de datos personales muy problemático. «Las escuchas también captarían la voz de terceros que ni habrían sido informados, ni habrían podido otorgar su consentimiento», plantea.

¿Cómo evitar las grabaciones?

Quien desee vetar esos accesos tiene que acudir a los ajustes de su móvil y ver los permisos que se están dando. «Ahí ves si se da vía libre para usar micros o cámaras», dice Costa. Al desactivarlos, sin embargo, pueden aparecer advertencias diciendo que, sin esa autorización, la aplicación no funcionará correctamente: «Queremos una aplicación nos dé un servicio y lo pagamos con nuestros datos», sostiene. «Cuando alguien te da un servicios gratis, el precio eres tú. Es bueno que la gente se preocupe de ello, porque es algo que no se tenía muy claro», piensa Vázquez Naya. «La gente no es consciente del Gran Hermano que tiene en su móvil», concluye Costa.

Entre el veto al uso de micros y la libertad total de acceso, existe una postura intermedia. «Yo reviso en cada aplicación los permisos. Valoro si tienen sentido para el servicio o se extralimitan. Si me bajo una linterna, por ejemplo, y me pide acceder a la cámara o micro, ya no es que no le deje. Lo que hago es retirarla», indica José M. Vázquez-Naya. En ese sentido, Tiago Fernández indica que en empresas sensibles se establecen sistemas similares a los controles parentales para evitar problemas.