25 personas con discapacidad funcional que entrenan su autonomía

alberto lorenzo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

USUARIOS DEL CENTRO PASCUAL VEIGA
USUARIOS DEL CENTRO PASCUAL VEIGA

El programa «Entrena función» mejora la calidad de vida de los usuarios que aprenden desde doblar ropa a hacer una compra

19 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mejorar y llevar al máximo la participación en la vida diaria de 25 personas con discapacidad funcional. Ese es el objetivo principal de Entrena función, el programa de terapia ocupacional y autonomía desarrollado por el Centro Ocupación Pascual Veiga de A Coruña. Este programa cuenta con el respaldo económico de la Obra Social La Caixa, que aporta 17.000 euros para su desarrollo.

La terapeuta ocupacional del centro Rebeca Montes dice que persiguen que los usuarios «puedan ser lo más autónomos e independientes posibles». También, «mejorar la calidad de vida de las personas adultas». Para ello actúan desde varios frentes. Uno es el de las actividades diarias. «Enseñamos a hacer correctamente actividades de autocuidado, como el lavado de dientes o abotonar un chaqueta. También actividades de participación en las tareas del hogar como doblar correctamente la ropa o hacer bien la cama».

Igualmente, se les encargan algunos recados. «Por ejemplo, hacemos un papel con lo que tenemos que comprar, preparamos el dinero, vamos a buscarlo y lo traemos», explica Montes. Además de ello, se trabaja en la estimulación cognitiva y motora. «Intentamos mejorar y trabajar aquellas destrezas que necesitamos para conseguir la autonomía -precisa-. Abrocharnos los botones, por ejemplo, que es una actividad que necesita destreza manipulativa una buena coordinación motora fina».

 Aplicaciones móviles

Otro de los aspectos a tener en cuenta del programa es el de las nuevas tecnologías: «Con los avances tecnológicos tenemos aplicaciones que nos permiten saber qué buses van a pasar o, para los familiares, tener siempre activada una aplicaciones que te dice en donde está una persona en todo momento. O el uso del WhatsApp, que nos ayuda también a trabajar habilidades sociales, resolución de conflictos y otros problemas».

Entre los usuarios hay perfiles de todo tipo. Desde personas son síndrome de Down a personas con trastorno metabólico. «El único rasgo en común es que tienen discapacidad intelectual», señala Montes que lleva coordinando el programa desde el 2018. «Ya tenemos resultados. Se ha comprobado, por ejemplo, que hemos mejorado la destreza manipulativa, que es clave para la autonomía. También la fuerza inferior que nos ayuda a caminar., la resistencia y la flexibilidad», detalla.