Un emocional mapa sonoro

SOCIEDAD

Un audiomapa interactivo permite experimentar cómo suenan las emociones

30 ene 2020 . Actualizado a las 17:00 h.

¿Cómo suena el miedo? Como el tema central de la banda sonora de Tiburón. ¿Y la indignación? como el heavy metal. ¿La sensualidad? Como Let’s stay together. ¿Qué himno para la alegría? Somewhere over the rainbow. ¿Y cómo suena un estimulante chute de energía positiva? Pues, por ejemplo, como Las 4 estaciones de Vivaldi.

Tal como suena y como se puede descubrir y hasta experimentar en oído propio en este audiomapa interactivo, generado por los investigadores de la Universidad de Berkeley que han estudiado las diferentes emociones que transmite la música. O para ser más precisos, si las emociones y sentimientos asociados a la música son un fenómeno universal, es decir, propio de la condición humana independientemente del origen, cultura, credo, educación, edad o género (de la persona, pero también de la música escogida). Y asimismo qué tipo de música transmite según qué emociones universales. Concretamente 13: diversión, alegría, sensualidad, belleza, relajación, tristeza, ensoñación, triunfo, ansiedad, miedo, enfado, rebeldía y estimulo. Los entresijos y metodología del pueden leerse aquí.

¿Y esto para qué? Pues según los investigadores, el rango de aplicación es poco menos que universal: de servir como guía o recurso para terapias, tratamientos psiquiátricos, etcétera, hasta para mejorar los algoritmos de servicios como Spotify a la hora de filtrar y seleccionar las sugerencias según las emociones y sentimientos del usuario. Pasando por la más evidente de facilitarle la vida a los responsables de las bandas y efectos sonoros de películas y series televisivas. 

Claro que también, y aunque esto no lo refiera el estudio, no cuesta imaginar su aplicación para inducir sentimientos y reacciones en las masas, para «reconducirlas». Por ejemplo, para poner fin a una manifestación haciendo sonar una música que invite a la calma y al recogimiento. O estadios deportivos animados con una banda sonora que evoque la alegría. ¿Y la diversión? Para evitar enfrentamientos entre aficiones. Música energetizante en las fábricas. Pero ¿y heavy metal a todo trapo para provocar indignación y soliviantar al pueblo? ¿O una canción triste que llame al suicido colectivo? Habrá que plantearse solicitar un pin musical. O cuando menos proveerse de unos buenos tapones de cera.