La crisis pone a cubierto a los sintecho

SOCIEDAD

MONICA IRAGO

Ayuntamientos e instituciones redoblan esfuerzos para acoger a personas sin hogar

04 abr 2020 . Actualizado a las 13:00 h.

Para 32.000 personas que duermen cada noche en la calle la frase «quédate en casa» carece de sentido. Es la cifra de sintecho que, según los cálculos del propio Gobierno, hay en España, aunque Cáritas estima que el número podría ascender hasta 40.000. Resulta paradójico, pero la actual crisis sanitaria y el confinamiento de la población han abierto una ventana de esperanza para ellos porque ayuntamientos e instituciones benéficas han redoblado los esfuerzos para ofrecerles refugio y alimentos durante la cuarentena.

Grandes ciudades como Madrid o Barcelona han destinado espacios en sus recintos feriales para alojar a las personas sin hogar al menos mientras continúe el estado de alarma. Madrid ha habilitado una zona de Ifema, donde también se ha abierto un hospital de campaña para combatir la pandemia. En Barcelona, la Cruz Roja y la Unidad Militar de Emergencias han acondicionado en tiempo récord los pabellones de la Fira para que 200 personas puedan pasar la noche a cubierto. Solo en la Ciudad Condal se estima que hay más de tres mil sintecho: 2.200 acogidos en albergues y otros mil que duermen a diario en la vía pública.

En A Coruña, el Ayuntamiento ha adaptado el pabellón de deportes de Riazor para dar cobijo a medio centenar de personas sin hogar. La alcaldesa, Inés Rey, explica que en este espacio tienen alojamiento y comida actualmente 42 personas. «Están atendidos durante las 24 horas del día por personal de Cruz Roja, voluntarios y sanitarios», señala Rey. Antes de acceder a este refugio provisional, los sintecho pasan un triaje para evitar que el recinto se convierta en un foco de contagio. «Hubo dos casos sospechosos de padecer coronavirus. Uno finalmente dio positivo en la prueba y está en aislamiento en un hostal de la ciudad y la otra persona dio negativo en el test y ya está acogida en el pabellón», explica la alcaldesa de A Coruña.

«Además de esta iniciativa que hemos puesto en marcha desde el Ayuntamiento —añade Inés Rey— estamos en colaboración permanente con instituciones como Padre Rubinos o la Cocina Económica, que también trabajan durante todo el año en la ayuda a personas sin hogar».

En el albergue de Padre Rubinos en A Coruña dan acogida desde el inicio del confinamiento a cien usuarios habituales de estas instalaciones, además de continuar con su servicio de comidas para personas con dificultades económicas. Esta maquinaria de ayuda social sigue operativa y cada día ofrece 540 raciones.

Un problema invisible

Desde Cáritas Española se subraya la necesidad de atender a este grupo especialmente vulnerable y cuyos problemas a menudo no se hacen visibles en medio de una situación de emergencia social como la actual.

«Muchas de las personas y familias que componen la sociedad expulsada son invisibles para el resto de la sociedad, incluso poco visibles como destinatarios de las principales políticas sociales. Personas sin hogar (más de 32.000, según la Estrategia nacional de personas sin hogar), otras que residen en asentamientos o poblados de infravivienda, o quienes llevan tanto tiempo sufriendo la pobreza y la exclusión social que se encuentran muy alejados de la sociedad y de los mecanismos de integración», alertan desde Cáritas.

 

RUSSIAN DEFENCE MINISTRY

Rusia envía ayuda médica a Estados Unidos

Un avión de la Fuerza Aérea de Rusia despegó este miércoles con suministros médicos rumbo a Estados Unidos, en un inédito compromiso acordado a principios de semana por los presidentes ruso, Vladimir Putin, y estadounidense, Donald Trump, en una conversación telefónica.

Trump agradeció públicamente a China y Rusia la ayuda ofrecida para la pandemia del coronavirus y se declaró «gratamente sorprendido» por la colaboración internacional.

LEGNAN KOULA

Mascarillas para todos

A los gravísimos problemas que padecen los países europeos por la pandemia del coronavirus se suman en África la escasez de recursos y las dificultades de acceso al agua potable. Para tratar de contribuir a las medidas de protección, la diseñadora de Costa de Marfil Maimouna Konate ha confeccionado mascarillas que vende en su taller a menos de 50 céntimos la unidad.

Prawet Puengsawangphol / SOPA Imag

Rezos protectores

No han dejado de recorrer las calles de Bangkok con su tradicional vestimenta de color azafrán para pedir limosna. Son los monjes budistas de los templos tailandeses, que acostumbran a recibir de los vecinos donativos y ofrendas mientras caminan en fila recitando sus oraciones. Ahora lo hacen con protección doble: con mascarillas de tela y pantallas de plástico que cubren sus rostros.