A pesar de sumar solo 79 fallecidos por el covid-19, los políticos han tomado medidas para garantizar la distancia social en los puntos más concurridos de la isla
24 abr 2020 . Actualizado a las 18:08 h.Con 6.675 contagiados y 79 fallecidos por covid-19, Australia vivía una situación tranquila. El mundo seguía girando. Las autoridades solicitaron a la población que mantuviera la distancia social, pero existía la posibilidad de seguir haciendo deporte, pasear a los perros y acceder a las playas para ejercitarse. Esta última medida ha tenido que revisarse, después de que las autoridades hayan visto como la gente no estaba cumpliendo con lo establecido, sobre todo en Sídney.
Según apunta The Sydney Morning Herald, las autoridades de la ciudad han decidido cerrar gran parte de los arenales debido al gran número de gente que había en ellos. También el abuso de las rutas de senderismo de la ciudad, sobre todo la conocida como Bay Run, ha obligado a la policía a acudir al lugar para controlar el acceso a la misma. Las autoridades también han advertido que si siguen sin respetar las medidas de distanciamiento social se verán obligadas a cerrar más enclaves, como ya ha ocurrido con algunas de las playas más icónicas, como Bondi Beach.
"Muy pocas personas están haciendo ejercicio, se están dando un chapuzón en el agua y ese no es el propósito. Necesitamos recordarles a las personas que la regla de quedarse en casa todavía se aplica", apuntaron fuentes de la ciudad, según indicada el Sydney Morning Herald. Las multitudes, también en Australia, ya han obligado a cerrar diez playas de Sídney. Quienes quieran acceder a las que quedan abiertas solo podrán hacerlo para practicar deporte, y por un tiempo fijado. El covid-19 también es un peligro en la isla. Aunque parezca lejano.