Nadie sabe si las guarderías podrán reabrir para permitir conciliar

SOCIEDAD

Imagen de archivo de mandilones colgados en una escuela infantil
Imagen de archivo de mandilones colgados en una escuela infantil Emilio Naranjo || EFE

Ni la Xunta ni los dueños de escuelas privadas saben si están incluidas en la excepción del Gobierno que permite atender a los niños menores de seis años cuyos padres trabajan

29 abr 2020 . Actualizado a las 00:29 h.

Las excepciones del Gobierno al cierre de aulas contemplan la atención a los alumnos de Infantil a través de los colegios. Pero sus palabras y los documentos dejan una incógnita. ¿Rige ese mismo criterio para las guarderías? La Educación Infantil en los colegios va de los tres a los seis años. Antes, entre los cero y los tres, los pequeños son atendidos a través de las escuelas infantiles, popularmente conocidas como guarderías. La realidad de estos dos tipos de centros es muy distinta. En Galicia, por ejemplo, no dependen del mismo departamento. Y mientras los colegios están en el ámbito de la Consellería de Educación, las escuelas infantiles son responsabilidad de Política Social. Desde este departamento apuntaban ayer que esperan recibir algún documento escrito que concrete y aclare la situación respecto de las guarderías, dado que no habían sido consultados al respecto de una posible reapertura.

Administración, profesionales y familias comparten así las mismas incertidumbres sobre si los jardines de infancia tendrán que reabrir sus puertas a finales de mayo. Los padres quieren saber si contarán con esa medida de conciliación. Mientras que la administración y los responsables de las escuelas privadas sufren la inquietud de saber si tendrán que preparar a marchas forzadas una vuelta a la «nueva normalidad» acuñada por el Ejecutivo central.

La situación es especialmente tensa en el sector privado, que oferta unas 15.000 plazas en Galicia repartidas entre dos centenares de centros. El presidente de la Asociación Gallega de Escuelas Infantiles (Agadein), Roi Penín, alerta de que el cierre de la actividad les ha puesto en una situación «crítica», con la mayoría de las plantillas afectadas por expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) y los recursos económicos al límite tras semanas de «cero ingresos».

Con esos mimbres, las incógnitas de una hipotética reapertura se hacen insoportables y cobran aún más importancia. «Hai moitas frontes abertas, moitas pezas que encaixar. Se, por exemplo, queren reabrir reducindo ratios de alumnos, non imos aguantar. Non podemos saír adiante con menos nenos e necesitando o mesmo persoal ou máis, non é sostible», indica Penín. Otra de las dudas que le surgen es cómo deberán justificar los padres que no tienen otras opciones de conciliación.

Pese a todo, algunos profesionales del sector verían con buenos ojos la posibilidad de reabrir. «Si el Gobierno permite la reapertura, es porque podemos estar tranquilos con que se cumplen las condiciones de seguridad para que las familias traigan a sus hijos», apunta Joan Vidal, gerente de la escuela Trastes A Grela, en A Coruña. Aunque reconoce que el anuncio ha sido confuso, Vidal espera que las escuelas infantiles estén incluidas en la excepción establecida por el Gobierno: «Sería una buena noticia».