Los compostelanos vuelven a probar suerte: «Agora é cando máis falta fai»

Montse García Iglesias
Montse García SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

Las administraciones de lotería reabrieron con ventas, pero menos de las habituales

20 may 2020 . Actualizado a las 22:58 h.

«A ver se conseguimos algún premio, agora é cando máis falta fai» le comentaba ayer a media mañana un cliente a Cristina Domínguez, responsable de la administración de lotería situada en la plaza de Cervantes. La actividad ha regresado a estos establecimientos después de dos meses, aunque lo ha hecho de manera diferente. Además de las restricciones de aforo y gel para lavarse las manos, ya no están disponibles los boletos del sorteo ni los bolígrafos para cubrirlos. A ello hay que añadirle que en esta primera semana solo hay sorteos de la primitiva y el euromillones.

Los responsables de las administraciones coinciden: hay ventas, pero están lejos de las cifras habituales antes del cierre por la pandemia. «Non noto a normalidade de antes, isto vai moi amodiño», aseguraba José Luis Tojo, de la administración situada en Porta Faxeira, en cuyo exterior ayer por la mañana se formaban por momentos pequeñas colas para comprobar números y realizar nuevas apuestas, principalmente «clientes habituais e abonados que temos da administración». «No vamos a tener el mismo nivel de gente que antes porque no puede venir de otros lugares», precisa Cristina Domínguez, del despacho de Cervantes, que asegura que los clientes «vienen muy ilusionados [...]. Ahora aún tengo más ganas de dar un premio». Concha Quiles, de la administración situada en la calle de A Rosa, destaca que aunque las ventas son menores, «tengo unos clientes muy fieles». Asegura que durante estas dos primeras jornadas «me cansé de pagar décimos de Navidad» ya que algunos poseedores de boletos premiados aún no habían pasado. También tuvieron que abonar algunos en el despacho de Cervantes, mientras que en Porta Faxeira, José Luis Tojo, aseguró que aún no le había coincidido ninguno. Eso sí, todos recordaron que aún son válidos.

«A ver se a sorte que marchou por un lado [en referencia a la crisis sanitaria] vén polo outro», aseguraba ayer Magdalena Carballal, quien apuntaba que antes de la pandemia había tenido «moita sorte». Al igual que ella, por el despacho de Porta Faxeira pasó Celestino Martínez, de Val do Dubra, que fue a comprobar los boletos que tenía atrasados y acabó realizando una pequeña apuesta en el euromillones. «A vida non queda aquí, así que hai que seguir e probar sorte», apuntó. Poco antes, otro apostante había sellado una primitiva después de ir a cobrar lo ganado en sorteos atrasados: «A ver se chega unha axudiña agora». En el despacho de Cervantes, José Gil retomaba las apuestas con los números que realizaba antes de que la pandemia interrumpiese los sorteos. «Volvo facer coma antes. Agora aínda fai máis falta a sorte», comentaba, apuntando a las dificultades que había tenido con la gestión de un ERTE.