Los abogados asumen que perderán su descanso de agosto por la lentitud judicial
SOCIEDAD
Así fueron los primeros juicios ayer: «Esto es como entrar en la NASA, como lo del ébola»
05 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Los primeros juicios después del 14 de marzo arrancaron ayer en los juzgados de Vigo. Más de medio centenar de vistas celebradas por la mañana, 20 de ellas en laboral. Ocho juzgados del edificio de lo civil estuvieron activos. Pero los abogados y procuradores consultados ya tenían puesta su vista en las vacaciones de agosto. Asumen que perderán su mes de veraneo para recuperar el trabajo atrasado de la cuarentena. Temen que la lentitud judicial no les permita avanzar en esas semanas estivales que eran inhábiles en las salas de lo civil. «Nos han quitado las vacaciones porque sí, sin consultarnos a nosotros, a los profesionales autónomos. Yo debería tener vacaciones en agosto y esta medida no va a mejorar ni agilizar nada la Justicia», dice un procurador.
A ello se suma que las medidas de seguridad sanitaria implantadas en la entrada de los juzgados hacen que cualquier gestión se ralentice. Hay que acudir con cita previa, se generan colas para acceder e identificarse, los funcionarios no admiten la entrega de documentación en papel y ha de enviarse por vía telemática para evitar contagios. Si alguien va a hacer una consulta, el guardia de seguridad telefonea a la oficina y una auxiliar le habilita para entrar. A los testigos los llaman sin que coincidan varios a la vez.
Pequeñas acciones se eternizan al acceder a las salas: colas, uso de geles, mascarilla o esperas en el exterior. «Esto es como entrar en la NASA, como si fuese lo del ébola, como un centro de investigación de enfermedades altamente contagiosas, que te tienes que poner el traje. Hay unas medidas exageradas, si se mantuviese el sentido común no hacía falta tanta medida», comenta un procurador sobre las estrictas medidas de protección contra el covid en el edificio judicial. «Las terrazas están llenas y sin mascarilla y aquí todo son medidas de control y seguridad; no puedes parar un país entero por culpa de esta situación, hay que seguir viviendo», añade una abogada.
Pero, al menos, los pleitos empiezan a moverse en los tribunales, que ayer reanudaron los plazos de los asuntos. En el edificio viejo de la calle Lalín, se celebraron las primeras vistas en las salas de lo social y de familia desde que empezó el estado de alarma. La abogada Yolanda Barreiro tuvo dos, uno por despido y otro para modificar las pensiones del divorcio. Por precaución, los letrados no usan toga en el estrado. Tampoco hay público. Se mantienen fuertes restricciones de duración de los juicios y de espaciamiento entre un juicio y otro.
La letrada Yolanda Barreiro explica que su primer juicio fue a las 9.30 horas en el Juzgado de lo Social número 3. «Tuve que entrar con citación previa, identificarme como abogada, usar gel y esperar fuera antes del juicio, lo mismo que los testigos», dice. Luego tuvo otro pleito en el Juzgado de Primera Instancia (familia) de modificación de medidas.
«Los dos juicios que tuve este jueves son los primeros que se celebran desde el 14 de marzo. No hubo ni hay movimiento, empezó ahora», indica la letrada. Hace meses que los tenía fijados en la agenda. «Tenía más de diez juicios señalados y otro tipo de actuaciones judiciales que no sé cuándo me las van a meter, y que eran de abril y mayo. No tengo más señalamientos, lo suspendido no tiene nueva fecha», dice.
«Tengo ganas de volver a empezar, qué remedio, encantada de la vida. Hay que trabajar, vivir y tener la normalidad, con las medidas de precaución necesarias, pero que la vida sigue y hay que aprender a convivir con este tema y nada más», señala.
Un procurador dice que «hay menos actividad y todo el papel va a nuestro colegio hasta nueva orden». Adelanta que algunos juzgados harán juicios por vía telemática, como los de las cláusulas suelo.